La nécora es un marisco con ciertas particularidades que exigen conocer algunos trucos para poder degustarlas de una manera óptima. Ahora, durante la Navidad, están en un momento muy bueno, por lo que cada vez está más presente en las mesas de muchos hogares en estas fechas.
Si cocemos las nécoras, conviene saber que deberemos cortar su cocción con agua fría y hielos
Conviene saber que aunque muchos podamos tener en la cabeza su tono anaranjado o rojo, las nécoras tienen un color gris oscuro cuando están vivas o crudas. Al cocerlas toman ese color tan vivo, mientras que si las preparamos a la plancha, una opción cada vez más escogida, también veremos cómo cambian de color.
Si optamos por cocer las nécoras, es conveniente saber que debemos ponerlas en agua fría, ya que si las echamos vivas en el agua caliente, es bastante probable que sus patas se despeguen. Además, deberemos echar un puñado de sal a la olla y, si lo queremos, una hoja de laurel.
En cuanto al tiempo de cocción necesario, deberemos calcular entre siete y nueve minutos una vez que el agua haya llegado a su punto de ebullición. Pasado ese tiempo, deberemos sacarlas del agua y ponerlas en otro recipiente con agua y hielo para cortar la cocción de las piezas.
En la plancha, por su parte, son necesarios alrededor de ocho minutos en una sartén caliente para tenerlas preparadas. Es importante saber que debemos poner una cama de sal gruesa, colocar las nécoras con las patas hacia arriba y volver a echar un puñado de esa misma sal. Después, bastará con echar un chorro de aceite de oliva. Es aconsejable tapar la plancha mientras se cocinan para que se concentren los aromas y sabores.
Cómo limpiarlas
Una vez listas, tanto si las hemos cocido como si las hemos asado, deberemos limpiarlas. Para ello, tenemos que separar y cortar una cáscara en forma de triángulo que encontraremos en medio de las piezas, entre las patas. Este triángulo es más ancho en los ejemplares hembras que en los machos, pero en ambos casos se pueden separar sin problemas.
A partir de ahí, retiraremos el caparazón de la nécora y podremos decidir qué queremos comer y qué desecharemos de su interior. La nécora, eso sí, es un marisco del que se puede comer casi todo su interior sin necesidad de prepararlo.