El mundo de las supersticiones gastronómicas es tremendamente amplio y variado. Brindar con agua, derramar vino, tirar la sal, usar ajos para espantar vampiros… Algunas más verosímiles y otras más fantásticas, todas ellas están presentes en nuestro día a día, casi sin que nos demos cuenta. La cuestión es que todas estas creencias no son una invención nueva y tienen su origen en convicciones que surgieron muchos años atrás.
Dentro de las supersticiones gastronómicas, la de tirar arroz en la boda deseaba fertilidad y buena suerte
Este es el caso de la superstición de que tirar sal nos dará mala suerte. La historia de esta creencia no está del todo clara, aunque parece ser que se debe al valor que tenía la sal antaño. A pesar de que en la actualidad no sea más que un sazonador, antes la sal era un método de conservación, además de la forma de pago de los trabajadores (de donde procede la palabra salario).
Es por ello que efectivamente, que antes se te cayera la sal podía ser como perder el sueldo… ¡Sí que es mala suerte! En todo caso y sabiendo esto, y con el valor actual de la sal, seguro que muchos dejarán de tirarse sal por encima del hombro izquierdo con la mano derecha la próxima vez que se les caiga.
Las hay más reales y otras que no lo son tanto, como la superstición de que el ajo ahuyenta a los vampiros. Este mito parece tener un origen mucho más claro, y es que el vampiro es un personaje al que se le atribuye un sentido del olfato muy agudizado, por lo que el olor de los ajos lo espantaría. Algunos pensarán que hay muchos otros alimentos con olores más fuertes, pero es que este no es el único motivo.
Hay una enfermedad conocida como la porfiria, cuyos síntomas son precisamente algunas de las características que presentan estos personajes de ficción, como son el no poderse exponerse al sol o la imposibilidad de comer ni oler ajos, que precisamente puede empeorar considerablemente la enfermedad y sus síntomas.
Supersticiones gastronómicas, también positivas
Pero no todo van a ser supersticiones gastronómicas negativas u oscuras. De hecho, el tirar arroz a los novios en su salida de la iglesia es un gesto de buena suerte. Antiguamente, se tiraban trozos de dulces a la novia como símbolo de fertilidad y felicidad, y cuando llegaron los tiempos de escasez se sustituyeron los dulces por arroz y trigo.