Truco no rompa yema huevo

Un truco para que no se rompa la yema del huevo es sacarlo antes de la nevera [Foto: diariovasco.com]

Trucos

¿Sabes cómo hacer para que no se te rompa la yema de los huevos?

Evitar que la yema de los huevos fritos se rompa antes de que hinquemos el pan en ese oro naranja es muy fácil con la ayuda de ciertos trucos

diariovasco.com | 15/12/2017 |

Salvar la yema de los huevos y evitar que se rompan cuando los cascamos en la sartén o cuando los estamos friendo es posible. Puede parecer un detalle sin importancia para algunos, pero para los verdaderos amantes de un buen huevo frito con la ruptura de la yema pierden la ilusión por comerse ese huevo.

Verter el huevo primero en una taza nos puede ayudar a que la yema no se rompa

Para que no se rompa la yema de los huevos y salvar el ritual de mojar el pan, lo primero que debemos hacer es sacar el huevo del frigorífico un rato antes de ir a cocinarlo, para que se temple.

Una vez dado el primer paso, en vez de cascarlo en el borde de la sartén y echarlo directamente, esquivando los salpicones de aceite, lo mejor es cascar suavemente el huevo en una taza o plato, verterlo ahí y después echarlo desde ahí con suma delicadeza. Eso sí, cuando el aceite esté ya muy caliente, sino se pegará, y la yema del huevo se romperá seguro.

Y una vez tengamos el huevo en la sartén, llega uno de los momentos más tensos: el de evitar que se pegue el huevo y conseguir que se haga la yema, sin romperla. Para ello, lo primero es que el aceite cubra la base y esté muy caliente, y para conseguir lo segundo lo mejor es utilizar una cuchara.

Con la ayuda de esta, cogeremos aceite de las esquinas de la sartén para ir “regando” la yema hasta conseguir que se haga. Lo estará cuando se haya creado una capa blanquecina por encima.

¡Que no se te rompa la yema al sacar el huevo!

Con haber conseguido hacerla no está superado todo el riesgo, ya que aún queda un paso decisivo: sacar el huevo de la sartén. Un error muy frecuente al realizar este paso es volcar la sartén. Con este gesto no solo nos arriesgamos muchísimo a que se eche a perder todo nuestro esmero, sino que además nos llevaremos al plato también todo el aceite.

En este caso, contar con una espumadera es imprescindible; no existe sustituto alguno. Su forma es perfecta para asegurarnos de extraer el huevo de la sartén de forma segura, se pueden encontrar incluso espumaderas exclusivas para ello.