La cocción de los alimentos y sus tiempos dependen mucho del nivel del mar al que se cocinen. Y es que a mayor altitud, los alimentos necesitan más tiempo para cocerse. Esto se debe a que la presión del aire es menor.

A más altura sobre el nivel del mar los tiempos de cocción aumentan

Pero la altitud no solo afecta al tiempo de cocción, también a las propiedades organolépticas de los alimentos. De esta forma, aunque los alimentos precisen de algo más de tiempo de cocción, en el caso de las verduras, se ha comprobado que las presiones bajas presentes en las grandes alturas mejoran su sabor, textura y aroma.

Según estudios realizados esto se debe a que, a mayor altitud, menor es el punto de ebullición, lo que favorece una cocción más lenta. Lo que provoca que los compuestos volátiles de los alimento se preserven mejor y mantengan mejor sus cualidades.

Acelera los tiempos de cocción

El tiempo de cocción no es un problema si se quiere apostar por una comida elaborada con calma y dejando que saque todo su sabor. Pero si no tenemos la suerte de poder dedicar tantos minutos a la preparación una buena opción es recurrir a la olla express.

Si estás a una gran altitud sobre el nivel del mar o simplemente quieres acelerar el proceso de cocción, ésta es una gran herramienta. En este accesorio de cocina se puede cocinar prácticamente de todo en poco tiempo.

En tiempos estimados, por ejemplo, unas gambas o langostinos pueden estar listos en tan solo 1 minuto. Así, se pueden hacer también tomates, calabaza, calabacines, brócoli o berenjenas en tan solo 6 minutos, arroces también en 6 minutos, potajes en 20 minutos, pescados en 5 minutos e incluso pulpo en 15 minutos, entre otras muchas preparaciones.

Además de los tiempos de cocción, a la hora de utilizar una olla express es importante incluir la cantidad de agua necesaria. En líneas generales, si se va a cocinar verdura, hay que añadir 3 litros de agua por kilogramo de verduras, dos partes de agua por pieza en el caso del marisco, y para carnes, pescados y arroces, la cantidad de agua suficiente para llegar a cubrir los alimentos.