Maridar cervezas es todo un arte y al igual que se hace con el buen vino, se debe tener en cuenta la clase de cerveza ante la que nos encontramos para encontrarle el compañero ideal.
A la hora de maridad una cerveza tostada lo mejor es optar por un guiso elaborado
Muy de moda en estos momentos, cada vez podemos encontrar más variedades de cerveza artesanal en los bares y supermercados. Entre ellas hay una variedad que, sin duda, esta pegando fuerte, la IPA (India Pale Ale).
A la hora de disfrutarla y querer acompañarla con algo que comer, la mejor alternativa es un buen queso. El cheddar, por ejemplo, es una gran elección. Aunque si se busca acompañar con esta cerveza una comida más consistente, una pizza es una buena opción también.
Las lager, por su parte, caracterizadas por su aroma y sabor fresco y suave pueden hacer las funciones de un vino con las mismas características, como es el caso del Albariño. Es por ello que este tipo de cerveza rubia es perfecta para maridar con platos de arroz caldoso, paellas, mariscos y pescados.
Aunque también podemos encontrar una gran variedad de lagers de procedencia alemana, cuya nacionalidad, precisamente, nos puede servir de pista a la hora de maridarla. Si la bebida tradicional del país es la cerveza, uno de sus platos más reconocidos son las salchichas, una combinación claramente perfecta.
En cuanto a las ale belgas, también encuentran un buen compañero a la hora de maridar, aunque lejos de venir del mismo país, su pareja ideal es oriental. Y es que este tipo de cerveza casa a la perfección con la comida asiática.
Pero también hay opciones para aquellos que disfruten de una cerveza tostada. Si quieren disfrutar de su bebida favorita también durante la comida, lo mejor es optar por un plato consistente como un guiso o una carne elaborada.
También para postres
Nadie dijo que la cerveza fuera solo con platos salados. De hecho, se pueden encontrar muchas casas que elaboran consistentes cervezas tostadas con toques a chocolate o regaliz, que son ideales para maridar con dulces.
Si buscamos llevar la cerveza hasta el último de nuestros bocados y dejar a los comensales boquiabiertos, una cerveza tostada quedará perfecta con cualquier postre a base de chocolate, como pasteles o bombones.