El anisakis es un parásito al que todos tememos encontrar en los pescados que compramos, pero que nunca estará en muchas de las variedades que acostumbramos a comer e, incluso, en determinadas zonas de peces que tienden a contenerlo.
No encontraremos anisakis en los pescados de agua dulce y es muy extraño hacerlo en marisco, ostras o almejas
Pese a ello, en Navidad también hay que tener cuidado con el anisakis, ese parásito que habita en algunos pescados y que puede provocar gastroenteritis y algunas reacciones alérgicas que pueden llegar a ser serias.
El anisakis está presente, según datos de la OCU, en el 36% del pescado que se consume a nivel estatal. Si el consumidor se fija bien al comprarlo, verá estas larvas vivas y moviéndose, pero cuando el pez muere, pasan a los músculos y forman un quiste.
El anisakis nunca se encontrará en pescados de agua dulce, mientras que su riesgo es mÃnimo en el marisco, las ostras, las almejas o los mejillones. En el lado contrario estarÃan la merluza, los boquerones, el besugo o el bacalao. En estos casos, es también conveniente saber que el anisakis se suele concentrar en el cogote o la ventresca y en la zona abdominal, pero es muy complicado encontrarlo en la cola de esos mismos pescados.
Debemos saber también que el anisakis muere al ser frito, asado o congelado el pez, pero que hay muchas formas de preparar el pescado que no acaban con el parásito. Éste es el caso, por ejemplo, del sushi o del ceviche, los boquerones en vinagre o las sardinas a la brasa.
Por ello, las medidas preventivas son, en primer lugar, evitar la ingestión de pescado de mar mal cocido. Y es que sólo la cocción a 60º durante 10 minutos, la congelación acelerada a -35ºC o la congelación por medios corrientes a -23ºC durante siete dÃas matan las larvas. Además, hay que limpiar los pescados lo antes posible para que el anisakis no pase a los músculos. Â
Se permite su venta Â
La propia OCU advierte también que la ley permite la venta del pescado aunque contenga larvas, por muy visibles que sean éstas. La infestación deberÃa ser muy evidente para impedir su venta y, además, el establecimiento no está obligado a devolverte el dinero si al llegar a casa encuentras anisakis en tu compra.