La masa choux tiene su origen en Francia y, aunque este nombre te pueda sonar a nuevo, lo cierto es que la receta tiene historia. Parece ser que esta versátil pasta la inventó un pastelero italiano que servía a la reina Catherine de Médicis.
La masa choux es ligera y esponjosa y sirve tanto para salado como dulce
Su nombe era Popelini y así se llamó la primera preparación que el artesano hizo con ella. A la masa, por su parte, la bautizó como pasta chaud (pasta caliente) ya que se necesitaba de una fuente de calor para prepararla. Más tarde y dada su utilización para la preparación de los choux, comúnmente pasaría a nombrarse masa choux.
A la hora de prepararla no importan tanto los ingredientes sino el método de elaboración. Basta con mezclar harina, agua, leche, mantequilla y huevos. Para conseguir esa masa esponjosa y ligera lo que hay que hacer es escaldar la harina en agua, leche y mantequilla hirviendo (todo mezclado), tras lo cual se añaden los huevos.
Al escoger el recipiente que se va a usar para cocinar se debe tener en cuenta que la masa crece considerablemente.
¿Con qué utilizar la masa choux?
Lo bueno de la masa choux, además de que está riquísima y tiene una textura muy ligera, es su gran versatilidad. Aparte de lo fácil que es rellenarla, se puede utilizar tanto en preparaciones dulces como saladas.
Las preparaciones dulces más conocidas que se preparan con la masa choux son los profiteroles o los éclairs. Para hacer los profiteroles basta con hacer con la masa pequeñas bolas (que se inflarán) y cuando estén secos cortarlos por la mitad.
En cuanto al relleno, cada uno elige lo que prefiera: lo habitual es crema pastelera, nata o helado. Para coronarlo, basta con un poco de chocolate caliente que contrastará a la perfección con el interior frío. En cuanto a los éclairs, son algo más elaborados, ya que suelen ir rellenos de crema pastelera, de chocolate o de café. Y, después, llevan un glaseado del mismo sabor.
En cuanto a las versiones saladas, se puede rellenar la masa choux de cualquier crema untable como paté, quesos, sobrasada… Otra opción es añadirle el sabor en la propia elaboración de la masa, como los aperitivos de masa choux, queso y especias.