‘¿No vas a chupar la cabeza de las gambas? ¡Pero si es la mejor parte!’ Esta afirmación se ha convertido en todo un clásico en cuanto algún comensal decide renunciar a la cabeza de su gamba. Sorber su contenido es para algunos el mejor bocado de toda la gamba, ya que muchos consideran que se trata de la mejor parte y más sabrosa de este manjar.
Chupar las cabezas de las gambas puede introducir cadmio en tu organismo
A pesar de ello, son muchos los que se muestran reticentes a sorber el contenido de la cabeza. Y si antes lo hacían por simple cuestión de gusto, ahora contarán con un argumento a su favor para defenderse de la gran pregunta.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), es mejor no chupar la cabeza de las gambas, ya que parece ser que las vísceras de la cabeza de estos crustáceos contienen cadmio. Se trata de un metal muy presente en las aguas marinas, y por defecto, en gran parte de los animales marinos, aunque en distinta concentración en cada uno de ellos.
Cabe destacar que aunque no sea recomendable, lo cierto es que el cuerpo humano absorbe una cantidad mínima de cadmio al chupar las cabezas de las gambas. Eso sí, este metal se acumula en ciertos órganos, como el hígado y el riñón, y tarda hasta dos y tres décadas en desaparecer del organismo.
Por ello, poco a poco se podría ir acumulando y una dosis elevada de cadmio en el organismo puede causar disfunción renal, desmineralización de los huesos e incluso cáncer, a largo plazo.
Así, las recomendaciones pasan, no sólo por evitar chupar las cabezas de las gambas, sino también las del resto de crustáceos similares como carabineros o cigalas.
Olvídate de chupar las cabezas de las gambas
Además, en este caso debido a una acción humana directa, en las cabezas de las gambas se acumulan también sulfitos y aditivos. Ambas sustancias son utilizadas para que el marisco no se ennegrezca y mantenga una buena apariencia de cara a la venta, y su concentración se da sobre todo en la cáscara y cabeza.
Pero esto no implica que haya que dejar de comer gambas, ni mucho menos, ya que tiene sus contras pero también sus puntos a favor. En este sentido, aparte de proteínas, los crustáceos contienen un nivel muy bajo de grasas saturadas y son ricos en ácidos grasos omega-3.