Los germinados han ganado un indiscutible protagonismo en las ensaladas. Por ello, hay empresas que venden los germinados, pero también hay mucha gente que se los prepara en casa. En el fondo, el germinado aparece cuando la semilla tiene unas condiciones de humedad y calor para empezar a dar paso a una nueva planta.
Los germinados son muy fáciles de digerir y aportan muchas virtudes a una ensalada
Son muchos los germinados comestibles. Uno de los más clásicos es el de soja, que suele estar presente en numerosos platos chinos, tanto en crudo como cocinados. Por ejemplo, de legumbres, hay una gran variedad: de lentejas, de garbanzos, de guisantes… Y uno de los más conocidos, de alfalfa, que se encuentra con facilidad en los supermercados.
También hay de verduras, como de col, calabaza, rábano, berro… Y de cereales, destacando el trigo, el centeno, la cebada… Algunos difíciles de encontrar. Lo importante, si se van a germinar en casa, es que las semillas sean de agricultura biológica. No vale cualquier semilla ya que muchas de ellas han sido tratadas con agentes químicos como pesticidas. Asimismo, algunas semillas son tóxicas para consumir, como la judía roja.
Una de las características de los germinados es que son muy fáciles de digerir. Además, es una manera, una forma, de que aquellas personas que rechazan comer legumbres puedan hacerlo de una manera sencilla. O aquellos que tienen problemas digestivos, por lo que pueden acceder a todas sus ventajas.
Los germinados deben consumirse, preferentemente, crudos. De esta manera se aprovechan mejor todas las proteínas que contienen. Por ello se han comido desde tiempo inmemorial. En Oriente, hace muchísimos años se empezaron a utilizar como elemento terapéutico. Lo decía Hipócrates: “que tu alimento sea tu medicina, que tu medicina sea tu alimento”.
Lavarlos antes de comer
Son muchas las personas que confeccionan pequeños huertos caseros para dotarse de los germinados que más les gustan. Se combina una afición con la pequeña recolección de estos brotes. Eso sí, antes de consumirlos hay que lavarlos. Y a la hora de guardarlos, en el frigorífico en un recipiente cerrado.
Más allá de una moda el consumo de germinados está experimentando un gran crecimiento, hecho que se puede comprobar al ver cómo aumenta la oferta de germinados y de lugares donde los venden.
Además de en ensalada, se pueden consumir desde mezclados con cereales en el desayuno, como guarnición de muchos platos, dentro de los bocadillos... Son vistosos, de textura especial y tienen su sabor.