No, el dátil no es una fruta desecada. Por su parecido a los orejones de albaricoque o melocotón desecados, a los higos, las ciruelas o las uvas pasas, la mayoría de la gente cae en el error de pensar que el dátil pertenece también a esta variedad de fruta desecada.
Aunque parezca una fruta desecada, el dátil no lo es porque su proceso se da de forma natural
Estos productos desecados llevan a sus espaldas una larga tradición, y es que eran parte de la cultura gastronómica de muchos países en la Edad Media, al igual que el dátil. Y aunque éste en la actualidad no sea uno de los alimentos más utilizados en países europeos, en muchos puntos de Oriente Medio y el norte de África es un manjar muy presente en la gastronomía. Túnez, por ejemplo, es uno de los más importantes productores de este alimento.
Las condiciones climatológicas del país, propician el cultivo de diversas clases de palmeras, entre las que podemos encontrar, la palmera datilera, cuyo fruto es el dátil. El aspecto del dátil, semejante al de las frutas desecadas, a menudo genera confusión sobre su naturaleza, pero lo cierto es que el dátil no es más que una fruta cuya apariencia es diferente.
Esto se debe a que su punto óptimo de maduración se alcanza cuando los rayos de sol secan un poco el fruto dando lugar a un producto dorado de piel fina. La diferencia radica en que el dátil es secado de forma natural sin haber sido todavía recogido, a diferencia del resto de frutas mencionadas, las cuales son desecadas a posteriori.
El dátil es una fruta de sabor dulce, de carne blanda y que contiene un hueso alargado en su interior. En gastronomía es utilizado para acompañar carnes de todo tipo, ya sea en salsa, troceado o entero, o platos elaborados de cuscús. Aunque también es muy utilizado para preparar rellenos de ave, como es el caso del tradicional pavo de Navidad.
El dátil, una fruta con beneficios
Si poco conocida es su naturaleza, menos lo son sus beneficios. Gran reflejo de ello es la falta de ese producto de forma habitual en nuestra cesta de la compra. Pero la verdad es que el dátil, como todas las frutas, lleva consigo un gran aporte nutricional necesario en nuestra dieta.
El dátil es una fruta muy nutritiva y energética, gracias a su alto contenido en azucares y vitaminas, al que se suman una gran presencia de minerales y oligoelementos y vitamina B5, necesaria para transformar las grasas en energía. Estas propiedades hacen del dátil la fruta perfecta para deportistas y estudiantes, y gente que padece de estrés, osteoporosis, hipertensión, anemia y embarazo.