Cuándo echar la sal es tan importante como controlar la cantidad exacta que se echa. Este condimento es tan imprescindible como peligroso, y es que echarla en un mal momento, pasarse de cantidad o quedarse corto, puede arruinar el plato más perfecto.
Aunque para algunos sea algo nuevo o suene extraño, cada tipo de preparación tiene su momento correcto de echar la sal.
En el caso de los guisos, cocidos y salteados, hay que salar las carnes y pescados antes de meterlos a la olla o sartén, ya que esto hará que suelten el jugo que liga y consolida este tipo de platos. Durante todo el proceso de cocción de la receta habrá que ir añadiendo además pequeñas cantidades de sal, cada vez que se incluya un ingrediente nuevo en la olla.
El momento perfecto para echar la sal depende del tipo de cocción
Si lo que se añade es un producto ya salado como jamón o chorizo, no es necesario añadir más sal. Además, en el caso de quedarse algo corto con la sal, en este tipo de plato no habría problema ya que se puede rectificar añadiendo más al final.
Echar la sal cocinando a la plancha o a la brasa
En este caso se añade la sal antes a la carne, porque ésta, además de condimentar los alimentos, rompe las fibras, que es lo que provoca precisamente que suelte el jugo. Si lo que vamos a cocinar es un producto a la plancha, debemos esperar a que ya este listo y en el plato para salarlo, ya que de lo contrario, corremos el riesgo de que se nos quede excesivamente seco.
Lo que no quiere decir que haya que esperar siempre al final si no se trata de un guiso de olla. En el caso den querer cocinar, por ejemplo, a la brasa, es recomendable echar la sal antes. En este caso aprovechamos la rotura de las fibras que provoca la sal para hacer que el aroma a cabrón y brasa penetre en los alimentos y le aporten ese toque ahumado característico. En el caso de tratarse de una parrilla eléctrica también, tendríamos que echar la sal antes de cocinarla.