Y es que comer sano y equilibrado cuando quedamos para comer o cuando no podemos ir a casa a comer por trabajo es más fácil de lo que parece. No hay que pasar hambre ni cebarse a lechuga; basta con combinar bien los elementos que comemos y utilizar algún truco más.

• Tener en cuenta la frecuencia. Es importante analizar si las comidas fuera de casa son frecuentes, ya que en ese caso se debe tener aún más cuidado con lo que se come. Está claro que si se trata de una ocasión especial se puede disfrutar compensándolo con una cena ligera. En caso de hacerlo de forma habitual, se debe tener más cuidado.
• Aprovechar para variar. Comer fuera de casa puede convertirse en una ventaja si lo hacemos de forma inteligente. Todas las personas tendemos a comer ciertas cosas más que otras, ya sea por gusto, por facilidad, por falta de habilidad en los fogones… en todo caso podemos aprovechar para pedir ese alimento que más falta en nuestra dieta, ya sea pescado fresco, carne o verduras, por ejemplo. Es una buena oportunidad además para disfrutar de productos de temporada a buen precio.
• Analizar la alimentación en conjunto. En vez de ver esa comida de forma aislada debemos tener en cuenta las comidas de toda la jornada. De esta forma podremos ver lo que no hemos comido en la comida, incluso preverlo, y así compensar durante el desayuno y la cena.
• Estudiar las opciones. Mirar la carta y pensar sin dejarnos llevar. Este truco es especialmente efectivo a la hora de comer en un buffet libre o comedor. Escoger la comida sin pensar a menudo nos lleva a hacer malas combinaciones. Si estamos comiendo acompañados es mejor ser los primeros en pedir y hacerlo rápido, sino es probable caer en la tentación de cambiar de opinión y pedir un plato más tentador pero menos conveniente.
• Plato pequeño. En el caso del buffet es interesante también escoger un plato pequeño, ya que al ser gratis tendemos a llenar el plato y después no dejar nada en él. Si podemos escoger también el tamaño de los cubiertos, mejor que sean pequeños, ya que tardaremos más en comer por lo que nos saciaremos con menos cantidad.