Pero no desesperes: Conseguir un filete dorado y perfecto es mucho más fácil de lo que pueda parecer, y es que hay ciertos pasos muy sencillos que nos pueden ayudar a eliminar esa molesta agua que hace que el filete se estropee.

Secar el filete antes de ponerlo en la sartén es un truco para que quede perfecto

Cuando ponemos un filete en la sartén y vemos cómo se reduce su tamaño considerablemente, suelta una espuma grisácea y se recuece tendemos a pensar que es por la calidad y no tiene solución. Aunque es cierto que un buen filete no tiene por qué soltar tanta agua, la mayoría de las piezas de carne que adquirimos tienden a hacerlo, una buena cocción y preparación puede ayudar a que esto no suceda.

Al encontrarse el filete compuesto en su mayoría por agua, como todos los animales, es normal que con el contraste repentino entre frío y calor se evapore y suelte líquido, pero hay ciertos trucos que nos pueden ayudar a minimizar esta evaporación. Primero debemos sacar la carne del frigorífico un rato antes de cocinarla. Cuanto menor contraste de temperatura haya entre la sartén y el filete, menos agua soltará.

Una vez fuera de la nevera, podremos ver cómo el filete ha soltado agua. Por ello antes de echarlo a la sartén es aconsejable pasarle un poco de papel de cocina absorbiendo el líquido. Mantener la temperatura de la sartén y el aceite es importante. Teniendo en cuenta que la pieza que introducimos está a una temperatura menor es aconsejable que no cubra toda la superficie. Es decir, cuanto mayor sea la superficie sobrante, mejor mantendrá la sartén su temperatura. Este claro ejemplo lo vemos a la hora de freír cualquier alimento en aceite abundante, cuanta más superficie sobra, más rápido se cocina.

Casos especiales

En caso de querer empanar el filete o cocinarlo con cualquier otro recubrimiento, se debe secar la pieza antes de ser envuelta, es decir, si la vamos a albardar o empanar, secaremos la carne antes de pasarla por el huevo o el pan rallado. Cuanto más caliente mejor se hará la fritura, ya que en caso de no estar lo suficientemente caliente, corremos el riesgo de que gran parte de la cobertura se quede flotando en el aceite de la sartén.

Estos consejos son muy útiles a la hora de preparar piezas grandes, pero se debe tener cuidado con las piezas pequeñas como la carne o el pollo troceados, ya que estos pierden el agua demasiado fácil y rápido y corremos el riesgo de que se resequen si seguimos estos pasos.