Recuperar patatas fritas es posible siguiendo algunos consejos. Y es que a la hora de cocinar resulta difícil calcular las cantidades idóneas a preparar para que no quede nada en el plato que pueda ponerse malo y haya que tirarlo sin que nadie pueda consumirlo. Esto suele ocurrir muchas veces y en numerosos hogares con los diferentes platos que se preparan al día.
Si queremos recuperar unas patatas el horno y la sartén son las opciones recomendadas
Aunque es cierto que es raro que las patatas fritas, por ejemplo, un alimento que a pocas personas no le gustan, y más si son caseras, sobren en el plato, hay veces que esto ocurre y… ¿Hay forma de salvarlas? ¿De recuperarlas para poder consumirlas más tarde sin que se queden blandas y haya que tirarlas?
Una de las primeras medidas que hay que tomar en caso de querer intentar recuperar unas patatas fritas es descartar el uso del microondas para intentar salvarlas. Son muchos los alimentos que se pueden calentar en el ‘micro’ sin que pierdan muchas de sus propiedades, y sin que queden mal, pero este no es el caso de las patatas fritas, que tienden a seguir estando blandas y poco apetecibles.
Una de las opciones a las que se puede recurrir para intentar recuperar unas patatas es la sartén. Es conveniente poner a calentar una sartén a fuego lento con una pequeña cantidad de aceite. Una vez la sartén y el aceite estén muy calientes habría que verter las patatas esparciéndolas bien asegurándonos de que no queden amontonadas ni apelmazadas. Hay que estar pendiente de estar moviéndolas constantemente con el fin de que todas se calienten tanto por fuera como por dentro.
Tras realizar este procedimiento durante aproximadamente dos minutos, habría que proceder a sacar las patatas y dejarlas en un plato cubierto con papel de cocina para que éstas se escurran y pierdan la grasa que han podido coger con el aceite. Para finalizar, habría que añadir un poco más de sal y las patatas volverían a estar listas para comer, teniendo una textura muy parecida a la original y degustándolas casi como si fueran recién hechas.
También en el horno
Otra buena opción es utilizar el horno, que también ofrece unos resultados realmente positivos. Para ello, habría que precalentar el horno a una temperatura alta, de unos 230º aproximadamente. Fuera hay que preparar una bandeja de horno recubriéndola con papel de aluminio para que las patatas al calentarse no se peguen.
Posteriormente, se colocarían las patatas sobre el papel y se esparcirían asegurándonos de que no se vayan a apelmazar por estar muy amontonadas. Se añadiría un poco de sal, y en caso de desearlo, también algún tipo de condimento como la pimienta o el orégano, por ejemplo, para darles un toque diferente y se pasaría a meter la bandeja en el horno durante 2 o 3 minutos, aunque es importante remover las patatas cada poco rato.