Los higos son una fruta típica de esta temporada del año, ya que su consumo suele comenzar en el mes de junio, aunque especialmente su temporada idónea transcurre entre los meses de julio, agosto y septiembre. Se trata de una fruta cuyo origen reside en Arabia, aunque era en los países de Asia Menor donde más se solía cultivar.
Son muchas las formas de consumir los higos, aunque la más apreciada suele ser cruda
En la actualidad los principales países productores son España, Grecia, Israel, Italia, Turquía, Francia, Brasil y Estados Unidos. Dentro del Estado español los lugares con mejores circunstancias para el cultivo son la comarca de Fraga en Huesca, la sierra de Gredos en Ávila, Lleida, Murcia y Alicante, aunque realmente pueden ser cultivados en cualquier lugar del país.
Son muchas las culturas que aprecian y consumen desde hace muchos años esta rica fruta veraniega, ya que en la Pirámide de Gizeh (Egipto), por ejemplo, de más de 4.000 años antes de Cristo, se han encontrado diversos jeroglíficos que representan la recolección de esta fruta.
Además, se cuenta también que era una de las frutas preferidas de Platón, que la consumía mucho y que incluso llegó a bautizarla como ‘la fruta de los filósofos’. Asimismo, la leyenda habla de que Rómulo y Remo fueron amamantados debajo de una higuera por una loba, y que Galeno llegó a recomendar su consumo a los atletas que participaban en los Juegos Olímpicos.
Árboles y frutos peculiares
Las higueras son una variedad de árbol muy peculiar, ya que aunque no sucede con todos los ejemplares, muchos de ellos ofrecen dos tipos de frutos diferentes a lo largo del verano y que muchas veces tienden a confundirse.
Por un lado, durante los primeros meses del verano aparecen las brevas, que son unas frutas parecidas a los higos pero con un tamaño más pequeño y que generalmente son menos dulces. Es aproximadamente a mediados de agosto cuando aparece la segunda cosecha de las higueras, los higos, que al igual que el árbol del que provienen, también son una fruta peculiar, ya que el mejor momento para su consumo es cuando está deteriorada.
Además, puede ser de piel verdosa, negra o morada, dependiendo de la variedad a la que pertenezca, y su piel es apta para el consumo, aunque lo más habitual suele ser no ingerirlo. A la hora de adquirirlo en las tiendas, es recomendable elegir los más duros y que no tengan manchas.
Se trata de una fruta muy rica en agua, fibra e hidratos de carbono y minerales y que además facilita también el funcionamiento del aparato digestivo, así como favorece la regulación del colesterol, tiene propiedades antioxidantes, sirve también para fortalecer los huesos y ayuda a prevenir la anemia.
Los higos se pueden consumir tanto crudos como en salsas, postres, mermeladas, compotas, confitados o incluso en infusiones.