Algo así es lo que ocurre con el wasabi, con esa pasta verde que habitualmente nos encontramos en muchos restaurantes o que podemos comprar en algunos supermercados e incluso en tiendas especializadas. En realidad no es la raíz que se cultiva principalmente en Japón, sino un sucedáneo donde interviene el rábano y la mostaza en ocasiones.
El wasabi es wasabia japónica, el rábano común es raphanus sativusy el rábano picante es armoracia rusticana, todos ellos pertenecientes a la familia de las brasiaceas, como las coles y la mostaza. Y es que el wasabi se ha introducido dentro de los condimentos que utilizamos en la cocina a través del auge que está experimentado el sushi. Este plato japonés se suele tomar mojándolo ligeramente en una mezcla de soja y wasabi.
Una de las características que tiene esta raíz es su sabor picante, pero no del estilo de picante que produce la guindilla, ya que su picor no actúa sobre la lengua y la boca, sino que se centra prácticamente en la parte de atrás de la boca, casi en la faringe. Con frecuencia desaparece el picor respirando rápidamente en repetidas ocasiones.
Este ingrediente ha entrado en nuestras cocinas principalmente por el auge que está teniendo el sushi
Se cultiva principalmente en Japón, siendo una planta que requiere unas condiciones ambientales muy determinadas, entre ellas la necesidad de agua y de humedad. En los últimos tiempos, y después de muchos intentos, se están cultivando y cosechando en otros lugares como Canadá, donde están franquiciando su cultivo. Todo ello porque es una raíz muy cara.
Consumo al instante
Para utilizarlo, al natural, se limpia una porción de la raíz y se pasa por un rallador especial con un movimiento continuo, por lo que se genera una pasta. Debe consumirse en los siguientes quince minutos, ya que si no pierde buena parte de su sabor y, fundamentalmente, el tono picante que le caracteriza.
Lo que se suele encontrar en los establecimientos es un sucedáneo realizado a base de rábano picante, colorante, mostaza en ocasiones y, finalmente, un poco de wasabi. Es fácil encontrarlo en pequeños tubos similares a los que contienen pasta dentífrica o en polvo. Pero como es muy difícil y caro encontrar el verdadero, todos disfrutamos con lo que tenemos a mano, soñando con que es el sabor original (o que, por lo menos, se parece mucho).