Esta tendencia creciente, sin embargo, comienza a dar la vuelta. Un estudio realizado por la consultora IRI en Europa refleja un retroceso de ventas en la marca de distribuidor, cuyo ritmo de ganancias se ha ralentizado y en algunos casos han sufrido una pérdida en la cuota de mercado.

En este sentido, resulta curioso el cambio producido en tan solo un año. El mismo estudio referido a 2013 señalaba que Francia era el único país en el que la marca blanca había sufrido un retroceso. Doce meses después, se unen a ella Reino Unido, Italia, España, Grecia, Alemania y Holanda.

Una de las razones que pueden justificar este descenso de ventas es la reducción de la diferencia de precios entre las marcas de fabricante y las de distribuidor, según apunta el estudio.

Unos consumidores afectados directamente por la crisis económica o preocupados por su posible incidencia reaccionaron ante ella con una gran precaución a la hora de realizar sus compras diarias. Los precios se convirtieron en un motivo fundamental a la hora de optar por la marca de un producto.

La menor diferencia de precios con las marcas de distribuidor puede ser la causa principal de su retroceso

Sin embargo, esta diferencia se ha diluido. En términos generales, aunque cada país presenta características propias, las marcas de distribuidor no han sabido aprovechar esta ventaja. Acomodadas en un ingreso constante de ganancias, no han diseñado políticas competitivas ni han adelantado respuestas a un posible cambio de tendencia.

Las marcas de fabricante, en cambio, sí han reaccionado para adaptarse a la difícil coyuntura con agresivas propuestas de reducción de precios y promociones para acercarse a las blancas. Como resultado, la diferencia de precios se ha acortado mucho y el consumidor prefiere al fabricante en las mismas condiciones.

Exigentes

Otra de las razones que explica esta desaceleración según el estudio de la consultora IRI se encuentra en el ciudadano, cada vez más informado sobre todos los productos que adquiere. Conocerlos más a fondo lo convierten en una persona más exigente a la hora de realizar sus compras, y valora aspectos a los que anteriormente no daba importancia.

Por último, hay que tener en cuenta que el sector de la distribución ha vivido muchos cambios, con una guerra de precios que ha colocado en situación de desventaja a la marca de distribuidor, que ahora deberá reaccionar para mantener su privilegiada situación.