Esta visión, sin embargo, no deja de ser un prejuicio sin argumento científico, tras la publicación de diversos estudios que advierten de que estar delgado no es sinónimo de ser una persona sana. La investigación llevada a cabo por un equipo de médicos de la Universidad de Carolina del Sur ha confirmado este extremo.

Los resultados permiten acuñar el término de “falsos delgados”. Son quienes gozan de una apariencia externa sin sobrepeso, pero con un interior muy diferente, donde los órganos se ven rodeados de grasa. Si bien queda aún ahondar en el estudio, las primeras conclusiones apuntan que esta acumulación de grasa afecta negativamente a la salud.

La investigación reunió a 800 personas, a las que se les sometió a sesiones con máquinas de resonancia magnética para averiguar dónde concentraban la grasa. Los resultados fueron esclarecedores, puesto que demostraron que el 45% de las mujeres escaneadas tenía un peso normal pero niveles excesivos de grasa interna. En el caso de los hombres, este porcentaje llegó al 60%.

Una investigación realizada sobre 800 sujetos no comparte la idea de asociar delgadez con buena salud

La teoría médica apunta que una capa de grasa alrededor de determinados órganos puede causar complicaciones, es decir, que la grasa interna puede ser tan peligrosa como la externa que se registra bajo la piel, más aún cuando envuelve partes de nuestro interior que se consideran vitales.

Una acumulación excesiva de este elemento en el corazón puede dar lugar a enfermedades cardíacas, mientras que la que se almacena en el hígado o en el páncreas puede incrementar la resistencia a la insulina y potenciar la diabetes tipo 2, según apuntan algunos informes médicos.

Ejercicio físico

La solución está en el ejercicio. Los estudios han demostrado que la grasa interna se elimina fácilmente con una práctica de ejercicio habitual. De hecho, entre los luchadores de sumo hay más ejemplos de cuerpos saludables que entre personas mucho más delgadas pero con un estilo de vida sedentario.

En definitiva, los obesos con una buena forma física pueden estar más sanos que los delgados en mala forma, algo que deberemos tener en cuenta a la hora de proponernos llevar una dieta alimentaria.