Carne a la barbacoa

Distancia entre brasas y parrilla, truco clave en el sabor de una barbacoa [Foto: diariovasco.com]

Trucos

Trucos para no fallar con tu barbacoa

El verano es una época perfecta para hacer reuniones en familia o amigos en torno a una barbacoa. Por ello, es conveniente saber algunos trucos para no equivocarse en la preparación de la carne

diariovasco.com | 04/07/2014 |

Si no quieres equivocarte este verano en cualquiera de las barbacoas que puedas organizar, es recomendable que conozcas algunos trucos en lo que a la selección y preparación de la carne se refiere. Las barbacoas hoy en día no son sólo una forma de cocinar, sino también un acto social, una excusa perfecta con la que disfrutar de una jornada en buena compañía.

Es importante sacar la carne de la nevera al menos dos horas antes

Por ello, no se puede fallar en la preparación de la misma. Uno de los principales inconvenientes suele ser el tiempo que lleva prepararla. Aunque depende mucho del tipo de barbacoa, de las cantidades y de la carne que se va a poner sobre la parrilla, hay que calcular que normalmente pasan algo más de dos horas desde que se enciende el fuego de la barbacoa hasta que se hace la carne. En este mismo sentido, hay que apuntar también que es mejor que las dos horas previas a la barbacoa, la carne esté a temperatura ambiente para que no se quede hecha por fuera y fría por dentro.

El fuego no debe estar en el centro, sino que es recomendable mantenerlo a un lado por si hay alimentos que no necesiten tanto calor y otros que necesiten algo más. El poder calorífico de las brasas deber estar en torno a los 300 grados centígrados para que la carne no resulte seca, pero siempre debemos evitar que la carne entre en contacto con la llama.

La distancia, clave

También tenemos que caer en la cuenta de que el secreto del sabor de la carne es, por un lado, la calidad de la misma, pero por otro, que la carne esté en contacto con el hierro y la distancia a la que está éste de las brasas, ya que es precisamente eso lo que le da un determinado sabor. Normalmente, primero se pone a una altura de unos 4 centímetros para que la carne reciba un golpe de calor que selle los poros y evite que salgan demasiado jugo de las piezas.

En lo que a la sal respecta, hoy en día son muchos los tipos de sal que podemos encontrar, aunque la más recomendada es la de escamas. Siempre es conveniente echarla en el último momento o incluso una vez cocinada y es mejor ser algo ‘rácanos’ con ella a que se nos vaya la mano.