El afán por sentirse bien, y más en esta época estival, lleva a más de una persona a cambiar de hábitos alimenticios y a comenzar a consumir otros alimentos que hasta ahora no entraban en su dieta. Es el caso de los productos light, que se sirven de la fama que han adquirido para convertirse en una de las opciones estrella para adelgazar. Si bien es cierto que aportan menos calorías que la versión tradicional del producto, este hecho no lo convierte en excusa para sobrepasarnos con su consumo, y puede que pese a la etiqueta light que aporta, el contenido calórico que nos ofrezca no sea tan bajo como algunos piensan.
Son más fiables los productos cero o bajo en grasa que los light
Por ello, es importante destacar que algunos productos light siguen teniendo muchas calorías, aunque en la mente humana el hecho de enfrentarnos a un producto light se asocie directamente a un alimento saludable. En este sentido, si lo que uno desea es encontrar un producto que realmente no aporte calorías, debe buscar en el mercado aquellos alimentos o envases que contengan etiquetas tales como “cero” o “bajo en grasa”, los cuales sí garantizan ser saludables para llevar una dieta sana.
Valores que debe tener un producto light
Para que un producto pueda catalogarse como light, debe cumplir alguna de las premisas que se explican a continuación: la más común hace referencia a aquel producto que reduce en un 30% el aporte de nutrientes en comparación con un producto similar. El paso más radical es optar por un producto sin calorías, y para ello el alimento en sí no debe alcanzar las 4 kilocalorías por cada 100 mililitros.
A mitad de camino se encuentran los productos bajos en calorías o de bajo valor energético. En este caso, los varemos deben ser de 20 kilocalorías por cada 100 gramos en el caso de líquidos, y de 40 kilocalorías cada 100 gramos en los productos sólidos. Por todo ello, hay que estar bien alerta acerca de si lo que se busca es una dieta sana y equilibrada, ya que la presencia de algunas etiquetas puede llevar a confusión.