Muchas veces al llegar a casa uno se da cuenta de que la carne se encuentra más tiesa de lo deseable. Es por ello que existen algunos métodos que ayudan a ablandarla. Existe la posibilidad de adquirir en las tiendas “ablandadores” pero, la gran mayoría, tienen ingredientes no naturales. Por eso, la recomendación es utilizar sistemas que no alteren la buena calidad de nuestro producto.
Algunos productos como el vinagre, la fruta o la cerveza ayudan a ablandar la carne
La primera de las propuestas es utilizar una lata de cerveza. En muchas recetas ya viene incorporada esta bebida, que sirve tanto para ablandar la carne como para añadir un extra de sabor. Eso sí, hay que marinarla al menos una hora antes de empezar a cocinar el producto.
Otro de los métodos más habituales son los jugos o piezas de fruta. Estos alimentos tienen una gran cantidad de enzimas que ayudan a romper el tejido muscular de la carne. Es el caso de la piña, kiwi o limón. Pero hay que tener cuidado en no pasarse en la cantidad añadida, ya que el exceso puede traer consigo la desintegración de la carne.
El vinagre es otra posibilidad muy válida. Para ello, debes bañar el producto en este líquido durante al menos dos horas para conseguir el efecto deseado. Aunque hay quien dice que lo ideal es dejar la carne en vinagre toda la noche y pasarla por agua antes de cocinarla.
A martillazos
Aunque parezca una locura, uno de los grandes métodos para ablandar la carne es darle unos golpes. Se puede realizar con un mazo, un cuchillo o incluso con la palma de la mano. En el caso de utilizar un mazo, es importante hacerlo por el lado dentudo (el lado plano es para aplastar), ya que con sus dientes rompen los músculos de la carne. Gracias a estos impactos se rompen las fibras superiores de la carne y se pueden realizar cortes más delgados, dando una alegría a nuestras mandíbulas, que sufren cuando la carne no está en su punto. Es cierto que se trata de golpes superficiales y no internos y, por tanto, este sistema no es válido para cortes gruesos de la carne.