Varios huevos en una huevera

Los huevos, unos alimentos que duran más de lo que se piensa [Foto: diariovasco.com]

Consejos

¿Se deben comer los productos caducados?

Siempre nos encontramos con el eterno dilema de ingerir o no algún alimento cuya fecha de caducidad haya vencido. Para no errar, os adelantamos algunos productos que puedes consumir sin miedo.

diariovasco.com | 06/06/2014 |

La diferencia entre la fecha de caducidad de un producto y la fecha preferente supone que muchos de los alimentos que son enviados a la basura todavía estén en buenas condiciones para su consumo y no suponga ningún problema para la salud. Simplemente que, a partir de la fecha indicada el producto deja de estar en su mejor momento. Por ello, es siempre interesante tener conocimiento sobre algunos de esos productos que puedes comer después de la fecha que aparece en el envase.

Los huevos aguantan en buenas condiciones más de lo que dice su fecha

Uno de los más habituales son los yogures. El miedo a lo lácteo es lógico, ya que la leche aguanta poco tiempo desde el momento en el que se abre. Sin embargo, los yogures pueden aguantar incluso seis semanas más de lo que se indica. Al menos eso es lo que se desprende del estudio realizado por el Consejo de Defensa de Recursos Naturales (NRDC).

Otro de los perjudicados suelen ser los huevos, producto de consumo masivo en las casas y que se tiran mucho antes de lo necesario. Si se mantienen en una temperatura inferior a los 5ºC, pueden aguantar entre tres y cinco semanas.

A estos dos productos estrella podríamos añadirles la siguiente lista: pan de molde, patatas fritas y frutos secos, brics de tomate, sopas y salsas de sobre, mermelada y mantequilla, pastas, arroces legumbres, refrescos, bollos o galletas. Estamos hablando de gran parte del carro de la compra de cualquier familia tipo.

La otra cara

Lo que no podemos olvidar es que algunos alimentos sí que tienen una fecha de caducidad muy definida y otros muchos que, pese a que no lleven impresa una fecha, el “ojímetro” nos debe ayudar a valorar si está en un estado apto para el consumo o no. Por ejemplo, los pescados y carnes son alimentos que se deterioran muy rápidamente, al igual que las frutas y las verduras por lo que deberemos estar muy pendientes de su estado en el momento de hacer uso de ellos.