Una persona 'amenazando' tomates

Las personas que sufren ortorexia tienden a demonizar algunos alimentos [Foto: diariovasco.com]

Trastornos alimentarios

La ortorexia o la obsesión por comer sano

Alcanzar la dieta perfecta o, más bien, obsesionarse con ello, puede convertirse en un problema. La ortorexia es una enfermedad cada vez más frecuente en una sociedad que cuya preocupación por la alimentación ideal va en aumento.

diariovasco.com | 05/06/2014 |

Aunque quizás nunca haya oído hablar de ello, la ortorexia se trata de un trastorno que afecta, según la Organización Mundial de la Salud a un 28% de la población de los países desarrollados  y que, además, aumentará en los próximos años. Hablamos de la ortorexia, un trastorno alimentario que consiste en una obsesión patológica por ingerir comida considerada como saludable por la persona, algo que, paradójicamente, puede llevar a la desnutrición.

La ortorexia afecta a casi un 30% de la población de los países desarrollados

Se trata, de alguna manera, de llevar al extremo la idea de una alimentación sana. El sujeto desarrolla un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos que va a ingerir, intentando tomar únicamente comida orgánica, vegetal, que no haya sido tratada con fertilizantes ni conservantes y que no contenga grasas saturadas.

Los especialistas han advertido que esta patología comienza por una preocupación por las calorías y por huir de los alimentos ‘menos naturales’, pero termina convirtiéndose en una preocupación muy peligrosa, ya que se dedican varias horas a planificar los menús, se buscan excusas para no comer o cenar fuera de casa hasta el punto de que la vida social desaparece y se llega a contar incluso cuántas veces se mastica cada bocado.

Esta tendencia a ingerir una dieta que uno considera perfecta pero que en la realidad no lo es, tiene varias consecuencias. Desde el punto de vista nutricional, estas personas suelen presentar déficit de grasa, hipotensión y problemas cardiovasculares, pero desde el aspecto psicológico, se alternan estados de euforia con otros de ansiedad y se experimenta una falsa autoestima.

Demonizan alimentos

Las personas ortoréxicas, además, tienen ciertos alimentos ‘demonizados’. Se convencen a sí mismas de que ciertos alimentos son negativos, siendo las carnes rojas, los azúcares simples, los lácteos con lactosa, el gluten o las grasas saturadas algunos de los elementos que siempre evitarán ingerir. De hecho, una de las características de esta patología es que el sujeto interioriza tanto que un alimento puede ser perjudicial para su salud que, de hecho, le sienta mal.