Cuando alguien te está molestando y quieres que te deje tranquilo durante un rato, una expresión muy usada, y bastante educada, es mandarle a freír espárragos. Se trata de una frase tremendamente común pero en cuyo significado quizás no te hayas parado a pensar.

Lo primero que hay que señalar es que existen documentos del siglo XIX en los que ya se recoge la expresión “anda a freír espárragos”. Al parecer, esta frase viene a decir lo contrario que un proverbio en latín que rezaba “Citius quam asparagi coquantur”, algo así como “en lo que tardan en cocer los espárragos”.

La expresión freír espárragos proviene de un dicho en latín y viene a decir justo lo contrario en castellano

Y es que la variedad blanca (los que no son trigueros) de esta verdura tiene que estar un breve periodo de tiempo en el agua una vez que ésta ha comenzado a hervir. Por ello, si al interlocutor le queremos tener entretenido durante un tiempo más largo, es conveniente mandarle a freírlos y no a cocerlos. De todas formas, hay que señalar también que, sean fritos o cocidos, lo que más tiempo lleva a la hora de preparar los espárragos es lavarlos y pelarlos.

Pero, ¿se fríen?

Una vez entendido el significado de la expresión, cabría plantearse si tiene demasiado sentido freír los espárragos. Si hacemos referencia a los trigueros, habría que responder afirmativamente, ya que es de esa manera, fritos, la más habitual en la que se comen. En el caso de los espárragos blancos, es una forma de cocinarlos mucho menos habitual. Lo más frecuente es cocerlos o, en su defecto, hacerlos al horno con un poco de aceite y sal.

No obstante, también hay recetas para freír los espárragos blancos. De hecho, una de las recetas más exquisitas con los espárragos es envolverlos con jamón y queso y rebozarlos, por lo que hay que freírlos.  En base a ésta y otras recetas se puede afirmar que la intención de esa expresión no es ordenar a nadie hacer algo absurdo, sino simplemente encomendarle una tarea que sabemos que le va a llevar un rato hacerla.