Trucha receta región

En La Rioja y Navarra, la trucha se prepara rellena de jamón o panceta [Foto: diariovasco.com]

De temporada

La trucha, una receta en cada región

Septiembre es un mes especialmente bueno para degustar la trucha, un pescado de río semigraso y que en diferentes regiones del país se cocina de distinta manera

diariovasco.com | 26/09/2017 |

Aunque hoy en día, gracias a las piscifactorías se pueden comer durante todo el año, septiembre es un mes especialmente indicado para comer trucha. Se pesca en ríos y lagos y, además de ser un pescado muy beneficioso para la salud, da mucho juego en la cocina.

La trucha es un pescado semigraso: contiene sólo 3 gramos de grasa por cada 100 comestibles

La trucha es un pescado semigraso (contiene unos 3 gramos de grasa por cada 100 de porción comestible), con unas espinas fáciles de quitar, lomos limpios y mucho sabor, lo que hace que guste también a los más pequeños.

Se puede cocinar al vapor o al horno, en caso de querer comer de una manera más sana o respetar algún tipo de dieta de adelgazamiento; o frita, a la parrilla, sobre patata panadera o incluso rellena, si se buscan unos sabores más potentes.

Diferentes recetas según la región

Y esas casi infinitas posibilidades que ofrece la trucha en la cocina se reflejan en el recetario, ya que son varias las regiones del país que tienen una forma propia de preparar la trucha.

En Navarra y La Rioja, por ejemplo, la trucha se rellena de jamón serrano (panceta o bacon en las versiones más modernas de la receta) y se pasa por la sartén. Un toque de limón mientras se fríe logra redondear su preparación. Esa receta tiene sus orígenes en el siglo XII. El propio Ernest Hemingway, además, la menciona como plato en el homenaje a un amigo suyo que murió en un encierro.

La trucha a la aragonesa se prepara en cazuela de barro. A las piezas de pescado se le colocan pequeños trozos de limón y se les acompaña de una salsa de laurel, pimienta, cebolla y vino blanco, entre otros ingredientes.

En Cataluña ofrecen una tercera versión para preparar las truchas. Y es que el pescado se cuece en una cacerola amplia junto con almejas. Una vez colocadas en el plato, se les echa por encima una rica salsa hecha en mortero con ajos, almendras y perejil.

En la trucha a la gallega, por su parte, la verdura es protagonista. En este caso, los lomos del pescado se hacen a la plancha y se acompañan de verduras cortadas en tiras finas y pochadas con jamón serrano.