Existen diversas formas para limpiar los moluscos y dejarlos perfectos para ser cocinados. Tanto en su exterior como en su interior, es muy común que muestren su origen con distintos elementos adheridos a su concha, así como arena y piedrecitas en su interior.
Un poco de vinagre, agua con sal o con gas nos pueden ayudar a limpiar moluscos
En este caso, los siguientes trucos son muy útiles para limpiar moluscos bivalvos, los que están compuestos por dos conchas, entre los que podemos destacar los más comunes en nuestra gastronomía como las ostras, almejas, berberechos, vieiras, zamburiñas, mejillones…
Lo primero, antes de nada, es examinar todas las conchas y retirar los ejemplares que estén rotos o rajados, ya que se han podido estropear, y con el marisco es mejor no jugársela. Una vez comprobado el género es importante limpiar su exterior, para retirar posibles restos de algas o excrementos de ave, por ejemplo. Para ello rascamos su superficie bajo el chorro de agua ayudados por un cuchillo, un estropajo o un ‘nanas’.
Tres trucos para limpiar los moluscos
Y una vez limpios por fuera, llega el momento de limpiar los moluscos por dentro, para lo que contamos con diferentes trucos. Una opción es introducir los bivalvos en un recipiente con agua muy fría y sal gorda, o directamente, si disponemos de ella, en agua de mar. Lo ideal es dejar los moluscos reposar durante un par de horas, para después pasarlos por agua cuando veamos que ya han soltado la arena, que se quedará en el fondo del recipiente.
En caso de no contar con sal gorda, otra alternativa es limpiar los moluscos con vinagre. El procedimiento a seguir es el mismo: sumergir el género en vinagre y dejarlos reposar. De esta forma también conseguiremos que suelten las impurezas, aunque al tratarse de una solución más aromática debemos tener cuidado de dejarlos menos tiempo.
En este caso es aconsejable mirar transcurridos 30 minutos, si todavía han soltado poca arena podemos dejarlos un rato más. Una vez listos, es importante enjuagar los moluscos con abundante agua para eliminar todo resto posible de vinagre.
Y de no tener ninguna de estas dos opciones a mano, el agua con gas nos puede ayudar también a limpiar moluscos. Una vez más, el truco consiste en sumergir el marisco en un recipiente, en este caso, con agua con gas y dejarlo reposar algunas horas. Cuanto más tiempo transcurra, más arena nos aseguraremos que suelten los ejemplares.