Fecha caducidad miel

La miel elaborada por las abejas no caduca por varios motivos [Foto: diariovasco.com]

Curiosidades

¿Tiene fecha de caducidad la miel de abeja?

En ocasiones tenemos miel de abeja en el armario de casa para usarla de tiempo en tiempo. Por ello, a menudo nos surge la duda de si estará caducada o no.

diariovasco.com | 23/10/2017 |

La miel de abeja no tiene fecha de caducidad. Nunca caduca. Da igual cuándo queramos tomarla o cuánto tiempo lleve en nuestra casa. A la hora de comer este alimento no tenemos que preocuparnos por si está bueno o no.

Su azúcar y su acidez hacen que sea muy complicado para los microorganismos sobrevivir en la miel

Son muchos los alimentos que podemos ingerir a pesar de que su fecha de caducidad haya vencido, pero ninguno es como la miel. No importa el tiempo que haya pasado desde lo indicado en su envoltorio, siempre podemos disfrutar de ella.

Hay quienes puedan pensar que por su aspecto la miel ha podido caducar, pero en este caso se trataría de simple apariencia. Con el tiempo, este alimento puede cristalizarse o incluso cambiar de color pero eso no significa que esté mala. Ni mucho menos. Siempre es seguro consumir miel.

Las razones

Uno de los principales componentes de la miel es el azúcar. Este es un ingrediente que puede absorber la humedad con facilidad. Por eso, la miel, en su forma natural, tiene muy poca humedad y son muy pocos los microorganismos que pueden sobrevivir de esta manera. Así las cosas, estos microorganismos nunca descomponen la miel.

Otro de los factores que hacen de la miel de abeja un producto sin fecha de caducidad es la acidez de ésta, que causa un efecto parecido al del azúcar, dificultando el desarrollo y la supervivencia de los microorganismos.

Otra de las razones es el proceso de elaboración de la miel, ya que el néctar recolectado por las abejas tiene una gran cantidad de agua. Al mover sus alas, estos animales secan el néctar, que, a su vez, se mezcla con un enzima que poseen las abejas llamado glucosa oxidasa. De este proceso salen dos productos: el ácido glucónico y el peróxido de hidrógeno. Este último evita la aparición de microorganismos en la miel.

El último de los factores no depende del producto en sí, si no que de nosotros. Es importante que el tarro en el que guardamos la miel esté bien cerrado. Siempre que no se mezcle la miel con el agua y el bote esté bien sellado la miel no caducará y podremos comerla cuando queramos, con quien quedamos y donde queramos. Cuando encontremos pequeños cristales en nuestra miel, podemos meter el tarro en agua caliente hasta que estos se disuelvan. La miel seguirá siendo comestible sin problemas.