Hacer unas tortitas perfectas tiene su misterio, y es que para una vez que uno se permite el capricho de disfrutar de este dulce manjar, lo mejor es asegurarse un buen acabado.

Un truco para conseguir unas tortitas perfectas es no batir demasiado la masa

Para conseguir unas tortitas perfectas lo primero es apostar por productos de calidad. Esto no significa utilizar grandes marcas, pero tampoco utilizar cualquier producto buscando la economía.

La fecha del producto también importa. Ingredientes como la harina o la mantequilla, que a menudo acumulan meses en la despensa o la nevera, deben presentar un buen estado. Y es que haber apostado por buenos productos no nos asegura que sigan bien pasado un tiempo, algo que depende también de la forma en la que lo hayamos guardado. De hecho, si se va añadir levadura para hacer que las tortitas suban, se conseguirá justo el efecto contrario si ésta está pasada.

A la hora de batir los ingredientes, hay que tener en cuenta dos cosas si queremos unas tortitas perfectas. Lo primero es escoger un utensilio de varillas adecuadas. Se debe optar por un modelo que las tengo separadas, ya que de esta forma entrará más aire en la preparación, dando lugar a unas tortitas esponjosas, si las varillas están muy juntas el resultado será más gomoso.

En cuanto a su manejo, para conseguir tortitas perfectas se deben batir lo justo los ingredientes para que queden ligados. Si hay grumos no pasa nada, ya que si son grandes se pueden retirar. El problema es que si se bate en exceso las obtendremos el mismo resultado que el obtenido con un batido poco adecuado.

¿Quieres unas tortitas perfectas? Ojo con la mezcla

Existen masas que requieren reposo, pero este no es el caso de las tortitas. Para conseguir un resultado perfecto es imprescindible preparar la masa cuando se vayan a hacer las tortitas. El único momento en el que conviene dejarla reposar un rato es justo cuando la hayamos batido y antes de verterla sobre la sartén.

Por último, para conseguir unas tortitas perfectas debes esperar a que en la superficie de la tortita salgan burbujas. Ellas serán las encargadas de indicarte el momento exacto en el que darle la vuelta sin riesgo de que se rompa.