Existen tantos tipos de lasaña como las recetas que tu mente pueda imaginar. Y es que este plato típico italiano, pero con proyección internacional, consiste en superponer láminas de pasta con otros alimentos, creando una especie de milhojas de pasta que, con bechamel y queso rallado, se mete en el horno para gratinar.
La boloñesa es el tipo de lasaña más habitual; en la de pescado, el salmón no suele faltar
La lasaña más habitual es la de carne boloñesa. Por ello, entre capa y capa de pasta no faltan la carne picada, el tomate, el queso y la bechamel. Además, zanahoria y cebolla suelen ser otros dos ingredientes típicos que, bien picados, se mezclan con la carne en los diferentes ‘pisos’ de la lasaña.
Siguiendo con las lasañas de carne, aunque en éste caso blanca, es muy frecuente también la de pollo y setas. En este caso, la pechuga de pollo troceada es protagonista y combina a la perfección con las setas, la cebolla e incluso pimientos que se pueden utilizar para redondear la receta.
Una versión más ‘light’ de lasaña es la de verduras, aunque no por ello es menos sabrosa. Calabacín, zanahoria, cebolla, pimientos, champiñones, calabaza… Basta con picar las verduras que más te apetezcan, colocarlas sobre las distintas láminas de pasta y pasarlas por el horno. Si se quiere buscar una fórmula baja en calorías, la bechamel no es aconsejada. No obstante, la harina integral siempre sirve para restar calorías a esta crema.
El pescado también puede ser protagonista de cualquier lasaña. En este caso, las opciones son también infinitas. Un pescado propicio para las lasañas es el salmón, pero también se puede apostar por el atún o la merluza, por ejemplo. Cada uno de ellos puede integrarse en la lasaña con setas, verduras o incluso maricos. Unas gambas o el interior del txangurro darán un sabor muy potente a cualquier receta.
Historia de la lasaña
En los últimos años ha habido una polémica por la procedencia de una receta, la de la lasaña, que siempre se ha considerado italiana. Y es que en 2007 el diario The Daily Telegraph afirmó que lasaña era un plato británico.
Se citaba un libro de recetas de 1390 dedicado a Ricardo ll, en el que aparecía la primera mención de la lasaña. La embajada italiana en Londres ofreció una versión distinta: la creadora fue Maria Borgogno. Para demostrarlo, presentaron textos fechados en 1316.