Los percebes son uno de los crustáceos más complicados de capturar, pero son tremendamente sencillos de cocer. Basta con tener una olla grande, agua, sal y saber el tiempo de cocción que necesitan. Es complicado fallar con ellos.
Un minuto en agua hirviendo es tiempo suficiente para cocer los percebes
Y eso es un alivio con los percebes, que suelen tener un precio más bien elevado debido, sobre todo, a dos factores: no abundan y, además, hay que cogerlos a mano, con un ojo en las rocas y otras en las olas. Además, son un alimento con muy corta vida fuera de las aguas y que son muy perecederos, por lo que hay que consumirlos muy rápidamente.
Los percebes, además, se comercializan casi siempre vivos. Son muy pocas las veces que se pueden encontrar cocidos y menos aún las que los compremos congelados, por lo que saber cómo se cuecen los percebes es imprescindible si queremos disfrutar de ellos en nuestros hogares.
Para cocerlos, debemos tener una olla grande, agua y sal, aunque hay quien apuesta también por acompañar la cocción de vino blanco o un par de hojas de laurel para dar aún más sabor a unos crustáceos que ya lo tienen.
Lo primero que debemos saber es que el agua debe cubrir por completo a los percebes, por lo que necesitaremos una olla de importante tamaño. Además, en cuanto a la proporción de sal, deberemos calcular unos 60 gramos por cada litro de agua. Si la sal puede ser gorda, el resultado siempre será mejor. Y si vivimos cerca del mar, huelga decir que con esa agua el resultado de la cocción será extraornidario.
Limpieza y cocción
Los percebes deben ser lavados con agua muy fría mientras ponemos el agua a hervir. Cuando ésta rompa a hervir, debemos echar a ella los percebes. Una vez que el agua haya vuelto a romper a hervir con los crustáceos dentro de ella, deberemos esperar tan sólo un minuto para tenerlos en su punto óptimo. En ese momento, lo mejor es utilizar una espumadera para sacarlos de agua y dejarlos en una bandeja.
Normalmente, los percebes se suelen tomar calientes o templados, por lo que su cocción se debe realizar justo antes de sentarnos a la mesa a darnos lo que será, sin duda alguna, un gran homenaje gastronómico.