La pupusa constituye uno de los platos por excelencia de El Salvador. Cualquier momento del día y cualquier lugar es válido para disfrutar de todo el sabor de una buena pupusa. Y es que no hay esquina del país en la que no se pueda adquirir una de estas delicias. Además, en otros países, como Honduras, también es una receta tremendamente extendida.

La pupusa es una torta de maíz rellena que se puede comer en cualquier momento del día

Lo bueno de las pupusas es, precisamente, que se comen con las manos de forma fácil y limpia y sacian de forma muy eficaz el apetito, a la par que representan un alimento muy completo rico en nutrientes.

La pupusa es una tortilla de maíz rellena y de un tamaño medio, que se puede sostener con una mano. En cuanto a su interior, puede estar rellena de infinidad de ingredientes, como lo refleja su nombre, que resulta de la combinación de la palabra “pupu” (“revuelto”) y la palabra “tsa” (abultamiento). Por ejemplo, entre los rellenos o combinaciones más comunes se encuentran frijoles, ayote, queso, champiñones, espinacas, carne, pollo, pescado…

Al tratarse de una torta de maíz, como aquellas a las que estamos más acostumbrados aquí, como pueden ser los talos, allí tienen costumbre acompañarlas de una salsa, para dotar al plato de un punto de jugosidad. Para ello utilizan escabeches o curtidos, una preparación elaborada a base de repollo rallado, remolacha, zanahoria, cebolla, chile picante y pepino (entre otros ingredientes que puedan aportar ese toque deseado).

La fiesta de la pupusa

Para hacer una idea del papel que juega la pupusa en la gastronomía salvadoreña, no hay más que mirar el calendario, ya que este tradicional plato cuenta con su propia celebración. En El Salvador tiene lugar en noviembre, cuando todos festejan el Día Internacional de la Pupusa.

Es más, este sentimiento viaja con sus habitantes allí a donde van. De hecho, en Estados Unidos le han dedicado todo un festival en los meses de septiembre y octubre. Arizona, Los Ángeles, Nueva York o Chicago celebran los eventos más representativos, en los que se vive una fuerte participación de la comunidad salvadoreña.