Sifón de cocina

Utilizar un sifón de cocina exige ciertos conocimientos [Foto: diariovasco.com]

Técnica culinaria

¿Cómo se usa un sifón de cocina?

El sifón de cocina es perfecto para crear espumas con las que acompañar nuestras preparaciones y dejar a nuestros invitados impresionados, pero utilizarlo por primera vez puede algo confuso si no se conoce la técnica

diariovasco.com | 15/05/2017 |

El sifón de cocina ha saltado de las grandes cocinas para colarse en los hogares, ya que cada día son más los que se lanzan a elaborar auténticos platos de chef. Aunque resulte novedoso no hay que asustarse, ya que el sifón de cocina ni es difícil de maneja, ni peligroso, y el resultado, desde luego, merece la pena.

La clave para que se haga la espuma es poner el sifón boca abajo al enganchar la cápsula de gas

Lo primero es conocer las diferentes partes que componen un sifón de cocina, ya que a la hora de montarlo, se deben tener ciertos aspectos en cuenta.  Por un lado está el deposito, que es el recipiente en el que se introducirá el liquido con el que se quiera preparar la espuma. Se pueden encontrar de diferentes capacidades, aunque lo importante, se use la que use, es prestar atención a la marca que indica hasta dónde debemos rellenarlo, ya que a la hora de introducir el gas el volumen del contenido aumentará.

Por otro lado está el cabezal, que se coloca a rosca y es la tapa del recipiente del sifón de cocina. Además, el cabezal está compuesto por un orificio en el que se coloca la cápsula para introducir el gas y crear la espuma, y por la palanca con la que finalmente se controla la salida de la espuma.

Además, también traen una pieza alargada a modo de cilindro en la que se introduce la cápsula de gas para ajustarla al cabezal. Y no faltan tampoco las diferentes boquillas, lisas y con formas, con las que dar salida a nuestra espuma.

Procedimiento a seguir

Una vez sabemos a qué nos enfrentamos, llega la hora de la verdad. Para empezar a crear la espuma con un sifón de cocina, lo primero es tener en cuenta que el líquido a gasear debe contener fécula, albúmina, gelatina, proespuma o grasa, las cuales permitirán darle esa consistencia con la ayuda del gas. Es importante que todos los ingredientes estén bien ligados y que la preparación esté previamente colada, de forma que se introduzca un líquido totalmente uniforme.

Una vez hayamos introducido el líquido, hasta la marca indicada, se debe colocar el cabezal hasta que quede perfectamente sellado. Y llegado este punto toca colocar la cápsula.

Para ello se coloca en su accesorio con la abertura de la cápsula coincidiendo con el lado que está abierto del accesorio. Se pone el sifón boca abajo y se introduce la cápsula rápidamente al cabezal, de forma que el gas no se escape al exterior. Es importante colocarlo en esta posición para que el gas atraviese todo el sifón ligando con toda la preparación.

Sin quitar la carga de gas, se introduce de forma horizontal en la nevera, dependiendo del tipo de espuma puede bastar con unos minutos o necesitar algunas horas. Y después basta con hacer una prueba antes de emplatar.

En cuanto a su vaciado, es imprescindible descargar del todo el sifón antes de abrirlo.