Las patatas a la importancia son una receta con origen en Castilla y León, pero que se puede probar en muchas otras regiones. La patata es un ingrediente que siempre tiene mucho tirón entre mayores y pequeños y esta receta no sólo es relativamente sencilla de hacer, sino que además es barata.
Es una receta que, por preparación e ingredientes, chocaba con las patatas 'a lo pobre' o 'viudas'
Pero, ¿cuál es el origen del nombre de esta receta? Conviene entender el contexto en el que surgió, la larga postguerra, en la que en muchos hogares los alimentos escaseaban. Las patatas, sin embargo, eran comunes en muchas cocinas y huertas, por lo que cocinarlas de diferentes maneras era una opción muy recurrente.
Entre esas recetas con las patatas como protagonistas destacaban las patatas a lo pobre o las patatas viudas. Por ello, esta receta contrasta, en su propio nombre, con cualquiera de esas otras preparaciones. Era un plato con importancia, reservado en muchas casas para las grandes ocasiones, no tanto por sus ingredientes, sino por su presentación.
Y es que, básicamente, se trata de unas patatas cortadas en rodajas y rebozadas con huevo y harina y que se presentan con una salsa sencilla y muy sabrosa hecha a base de agua, leche, ajo y perejil.
Las patatas, ya cortadas en rodajas y rebozadas, se frÃen en una sartén generosa en aceite para después reservarlas. Paralelamente, en una cazuela se ponen los ajos y el perejil bien finos y comienzan a dorar. Cuando van tomando color, basta con añadir las patatas y cubrirlas con leche desnatada y agua. Necesitaremos aproximadamente una hora a fuego muy suave para que la salsa se espese y quede perfecta.
Diversas recetas y orÃgenes
Como suele suceder habitualmente con este tipo de recetas, hay quien sitúa el origen de la misma en otras regiones españolas, sobre todo en Castilla La Manda o en el Madrid más castizo, aunque sà parece haber consenso en que fue en los años 40, tras la Guerra Civil, cuando se popularizó esta preparación culinaria.
Y, como sucede con casi todas las recetas, a lo largo del tiempo han surgido diferentes alternativas a los alimentos protagonistas. Hay quien añade cebolla a la salsa, quien sustituye las patatas por boniatos o, incluso, quien apuesta por cocer primeramente las patatas en caldo de marisco para darles un sabor, sin duda, muy especial.