Obtener un tempura perfecta es posible. Este rebozado de origen oriental ha saltado de los restaurantes asiáticos a las cocinas de infinidad de bares y restaurantes para convertirse en uno de los entrantes y raciones más exitosas. Y, cómo no, el resultado es exquisito, es fácil de compartir y muy cómodo de comer.
La cuestión es que, a la hora de prepararlo en casa, la cosa a menudo se complica y lo que comienza prometiendo como otro nuevo descubrimiento con el que enamorar a nuestros comensales termina siendo un desastre.
Para conseguir una tempura perfecta el agua debe estar casi congelada
Pero hay una forma de evitar que nuestra tempura termine aceitosa, cruda, desintegrada o siendo un pegote. Basta con seguir unos sencillos trucos y sobre todo tenerlo todo listo antes de empezar a cocinar, ya que en este caso, la rapidez es imprescindible.
Lo primero es preparar el alimento a rebozar, para conseguir una tempura perfecta su relleno también es primordial. Y es que en muchas ocasiones el relleno se queda crudo o se deja la pieza demasiado tiempo en la sartén para que se cocine bien, quemándose así el rebozado. Por ello, es conveniente escaldar las piezas a las que les cuesta más hacerse, como pueden ser las zanahorias.
En cuanto a las verduras que tienen mucha agua, como la berenjena o el calabacín, lo mejor es cortarlas y dejarlas reposar con un poco de sal durante unas horas, para que se evapore parte del agua y así no empapar la tempura.
Una vez tengamos todas las verduras, cortadas en tiras pequeñas, la carne y pescado en pedazos de bocado o las gambas o pescaditos pequeños abiertos por la mitad y con la cola sin quitar, llega el momento de preparar la masa de la tempura.
Preparar la masa de tempura
La clave a la hora de conseguir una masa de tempura perfecta es tener agua muy fría, casi helada. Para ello se pueden meter entre media hora y una hora al congelador. Una vez tengamos el agua muy fría se añade a un bol, al que después se echa la harina de tempura y sal. Hay que empezar a utilizarla rápidamente, ya que no conviene que la masa repose. Y para que no pierda el frío mientras cocinamos, se debe colocar sobre un recipiente con hielo.
Con todo preparado, solo necesitamos aceite muy caliente. De uno en uno bañaremos los alimentos de forma que queden perfectamente cubiertos por la tempura y los colocaremos en el aceite.
Cuanto saquemos la tempura de la sartén es conveniente tener preparada la fuente o el plato con un papel de cocina, de forma que este pueda absorber el exceso de aceite. De cualquier forma, y para que la tempura esté perfecta a la hora de comerla, se debe hacer con los comensales ya a la mesa, ya que en caso de que se enfríe no se puede recalentar y la masa se queda gomosa.