El origen del nombre de la receta del cordero o el pollo al chilindrón es un guiño a los más expertos jugadores de cartas. Y eso que a pesar de su vasto conocimiento en nuestra sociedad, no es muy común encontrar a quien conozca el significado de su nombre.
Pero la teoría más apoyada remite a los juegos de cartas. Existía uno de ellos, denominado el chilindrón, en el que el ganador era quien conseguía obtener la sota, el caballo y el rey en una misma mano. En ese momento, satisfecho decía haber logrado el chilindrón.
La salsa de chilindrón tiene su interpretación dependiendo de la región donde se cocine
No será la primera vez que costumbres y tradiciones en principio alejadas de la gastronomía tengan al final su reflejo en ella. En cartas, el chilindrón significaba la combinación perfecta, la unión que garantizaba el triunfo lo que, trasladado a los fogones, tiene un sentido de mezcla de diversos elementos con resultados campeones.
El chilindrón es una salsa con una base común, pero con variaciones en función de cuál es la región en la que se elabora. En nuestro caso, tenemos como ejemplo más cercano el chilindrón navarro que se realiza con pimientos secos y cordero tierno, además de los habituales ingredientes como el aceite de oliva, el agua, los ajos, el perejil, la cáscara de limón y la sal.
En Navarra es un plato muy tradicional cuya fama también se ha extendido a las zonas limítrofes de la CAV, en cuyas plazas se puede encontrar platos elaborados al estilo navarro. Otra de las regiones donde tiene una elaboración reconocida es Aragón, con unas variaciones en la receta.
Navarra y Aragón
Así, los navarros no utilizan el tomate para elaborar el plato, al contrario que los aragoneses, además de optar por no utilizar la falda del cordero. En sentido estricto y en relación con el hipotético origen de esta denominación, el pollo o cordero al chilindrón se ajusta más a la manera de cocinar de los aragoneses.
La razón es que así como la combinación perfecta en cartas consistía en sota, caballo y rey, en gastronomía la salsa ideal debe contemplar tres ingredientes: el pimiento, la cebolla y el tomate. La discusión acerca de cuál es la forma de preparación mejor es bastante habitual entre cocinillas de una y otra región, y lo mejor es probar ambas para decidir y comprobar que, de un modo u otro, es un sencillo regalo al paladar.