Algarroba: propiedads y beneficios del sustituto del chocolate

La algarroba es un fruto en forma de vaina que presenta un sabor dulce y una textura gomosa. Y aunque su nombre no sea tan reputado como el del chocolate, lo cierto es que una de sus variedades es muy utilizada como sustitutivo del mismo.

De la algarroba podemos encontrar dos tipos, la de vaina blanca y la de vaina negra. La de vaina blanca es muy empleada en la elaboración de platos, aunque la variedad más consumida no es ésta, sino la algarroba de vaina negra.

Esta segunda es la variedad que ofrece una alternativa al chocolate, ya que se trata de un alimento muy nutritivo y con un contenido mucho más reducido en grasas que el chocolate que consumimos habitualmente. Contiene tan solo un 2% de grasa frente al alarmante 40% del cacao presente en el chocolate.

La composición de la algarroba negra porta un 50% de hidratos de carbono, glucosa, fructosa y sacarosa, por lo que sirve de ingrediente para infinidad de productos que buscan mejorar el sabor de la forma lo más saludable posible.

Esta vaina no solo ofrece un toque dulce extraordinario, sino que además contiene multitud de beneficios para nuestra salud. Entre sus bondades presenta una alta concentración de vitaminas de los grupos B y D, y una gran cantidad de minerales como potasio, magnesio, fósforo, hierro, calcio y silicio.

En cuanto a su aporte a nuestro sistema digestivo, es muy valorado, dado que los mucílagos presentes en sus pepitas contribuyen a lidiar con la descomposición. Su alto contenido en fibra soluble, además, la hace buena para la digestión y para un correcto funcionamiento del intestino. Además, es apta para celíacos, ya que no tiene gluten.

A su vez, representa una buena fuente de energía, ya que contiene hasta un 50% de azúcar natural y un 10% de proteínas, dado su alto contenido en taninos es un potente antioxidante, que ayuda a combatir el envejecimiento de las células, y es un buen aliado contra la inflamación de las mucosas, evitando y reduciendo la irritación, ya sea la producida en el aparato digestivo como en las vías respiratorias.