La leche condesada casera es una dulce tentación en la que es muy fácil caer gracias a su sencilla receta. Y es que aunque normalmente solemos comprarla en supermercados u otro tipo de establecimientos, no hace falta tener un gran desenvolvimiento en la cocina para llevar su receta a cabo.
Para realizar leche condensada casera basta con tener leche en polvo, agua y azúcar
La leche condensada es una leche que ha sido descremada de manera total o parcial, calentada al vacío para eliminar tres cuartas partes de su agua y a la que se le añade una generosa cantidad de azúcar. Después, basta con conservarla envasada herméticamente. Con ella se pueden elaborar multitud de postres, pero también endulzar el café.
Para hacer leche condensada en casa, basta con tener leche en polvo, azúcar y agua. Se ponen los tres ingredientes en el fuego a baja temperatura y se mueve constantemente con las varillas durante aproximadamente un cuarto de hora.
Para ello, hay que tener en cuenta dos detalles. En primer lugar, es importante que nunca entre en ebullición esta preparación, porque el objetivo es disolver los ingredientes, no cocerlos. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la leche condensada siempre se espesará un poco cuando se enfríe.
Una vez reposada, es importante guardarla en el recipiente adecuado, que debe cerrar herméticamente para una mejor conservación de este dulce.
Muchas calorías
Como es lógico pensar, la leche condensada es una auténtica ‘bomba’ calórica. Así, la cantidad de grasa y proteínas es tres veces mayor respecto a la leche original. En ella, se aumentan los ácidos grasos saturados y el colesterol, la concentración de vitaminas (A, D y B), minerales y oligoelementos.
A este respecto hay que señalar que la diferencia calórica es prácticamente inexistente en el caso de que la leche condensada esté hecha con leche entera, desnatada o semidesnatada. La explicación es que el valor calórico de este dulce no reside en la leche que se utiliza, sino en todos los azúcares que después se le añaden.
Con la leche condensada se puede hacer todo tipo de postres y tartas. Esta preparación es ingrediente básico, junto con el chocolate, de las trufas. Además, si se opta por hervir la leche condensada se consigue el siempre apreciado dulce de leche.