Y respecto a su origen, la historia ubica la hamburguesa en el Imperio Romano, mucho antes de que surgiera en Hamburgo y Norteamérica. De hecho, en una tumba del antiguo Egipto se ha encontrado un pastel con carne molida en su interior en lo que se podría considerar la primera hamburguesa rudimentaria. Más claras son las pruebas históricas sobre su existencia en el Imperio Romano. En el siglo I de nuestra era, los ejércitos romanos necesitaban alimentos que pudieran transportarse de manera muy sencilla para no entorpecer sus campañas.
En una tumba del antiguo Egipto se ha encontrado un pastel de carne molida
Esta necesidad fue recogida por el gastrónomo romano Marcus Gavius Apicius, que en su guía gastronómica explicó la receta de la isicia omentata, formada por carne picada con un chorro de vino blanco, algo de pan, granos de pimienta y piñones.
Tuvieron que pasar varios siglos más para que esta receta se extendiera y fuera utilizada por los jinetes mongoles por la misma razón que los guerreros romanos. En sus largos viajes, para no parar colocaban bajo sus sillas de montar trozos de carne que se desmenuzaban al trote de los caballos y se cocían con el calor del animal.
Al invadir Rusia, los mongoles llevaron esta receta a las puertas de Europa. Ya en la Edad Media, los barcos rusos acudían al puerto de Hamburgo por la cantidad de transacciones comerciales que se realizaban en él. Aunque la gastronomía europea no era en aquel momento muy dada a la carne picada, la nueva receta comenzó a extenderse por Hamburgo gracias a su facilidad para consumirla.
Los alemanes acogieron muy bien el nuevo alimento. A mediados del siglo XIX, muchos de ellos debieron emigrar de Alemania por las guerras y su destino preferido era Estados Unidos y, en concreto, Nueva York. Esta ciudad decidió comercializar el “filete estadounidense al estilo Hamburgo” con la seguridad de que tanto los emigrantes como los marineros alemanes darían buena cuenta de él.
Clásica hamburguesa
No obstante, la clásica hamburguesa como la conocemos hoy no llegó hasta 1885, cuando esa masa de carne fue colocada entre dos rebanadas de pan. La idea partió de Charlie Nagreen, comerciante con un puesto en la Feria Estatal que comprobó cómo sus clientes tenían dificultades para comer su producto mientras visitaban los distintos stands, así que decidió incorporar como soporte el pan.
La hamburguesa ha evolucionado durante estos últimos tiempos, pero una vez más, los romanos vuelven a tener la paternidad de esta comida con carácter internacional.