La yema de un huevo

Reventar la yema con un tenedor nos ayudará a la hora de batir los huevos [Foto: diariovasco.com]

Trucos

Pequeños secretos de los 'cocinillas' para mejorar nuestras recetas

La práctica totalidad de nosotros hemos tenido que enfrentarnos tarde o temprano a los fogones, algo que para muchos es una práctica habitual de nuestra agenda diaria.

diariovasco.com | 05/03/2015 |

En el desarrollo de esta labor nos surgen pequeñas dudas que se pueden resolver de manera muy fácil si conocemos unos cuantos trucos sencillos y útiles. Una de las preocupaciones más comunes de los cocineros ocasionales es quitar de las manos el olor a la comida manipulada. Más aún cuando los alimentos tienen un aroma muy reconocible y fuerte, como el pescado, el ajo o la cebolla. No hay que desesperar, tan solo es necesario frotarse las manos bajo el agua con un objeto de acero inoxidable. La combinación de este acero y el agua provocan una reacción química capaz de eliminar cualquier olor.

En relación con la manipulación del ajo, existe otra técnica fácil para que no piquen tanto al cocinarlos y tras ingerirlos no corramos el riesgo de que nos repitan. Se trata de algo tan sencillo como quitar el centro del ajo. Para asegurarnos de que su sabor va a mantenerse suave cuando los friamos, pondremos en la sartén aceite suave y no muy caliente, además de no dejar que se tuesten porque resalta su sabor.

Frotar las manos con un objeto de acero inoxidable bajo un grifo eliminará cualquier olor

También resulta bastante útil conocer que los huevos para hacer una tortilla se baten mejor si antes de comenzar la tarea se revienta la yema con un tenedor. Debemos desterrar la idea de que se baten mejor si se utiliza una batidora eléctrica, puesto que este aparato provoca que la tortilla tarde más en cuajar y sea más difícil de doblar.

Una buena mezcla de clara y yema es posible si se añade una cuchara de agua fresca, que será sopera en caso de una tortilla grande o una cucharilla si es pequeña. Si lo que queremos es separar la yema de la clara, lo mejor es utilizar las manos. Sujetamos la yema mientras dejamos que la clara caiga poco a poco a un recipiente, en una técnica que también podemos hacer con las mismas mitades de cáscara de huevo en lugar de las manos.

Iniciado el proceso de elaboración de la tortilla, sobre todo si es de patatas conviene darle la vuelta. Si queremos que el proceso tenga éxito, es aconsejable engrasar la tapadera un poco para que la tortilla se deslice con facilidad y no se quede pegada.

Lechugas y tomates

Otros sencillos trucos son cortar un poco el tallo de la lechuga y meterla en la nevera en un bol con agua y hielo para conservarla más tiempo. Para pelar los tomates como auténticos profesionales, es mejor meterlos en agua hirviendo durante unos pocos minutos, sin que se cuezan. De este modo la piel no resbalará y se podrá retirar rápidamente.

Son pequeñas tácticas que destacan por su sencillez y que tienen la poderosa capacidad de convertir el proceso de cocinar en una tarea amable y sencilla.

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