Una manzana y un vaso de agua

La ausencia total de grasa en una dieta tampoco es positiva [Foto: diariovasco.com]

Equilibrio

Dejar de consumir la grasa recomendable comporta riesgos

Una de las primeras medidas que se toman a la hora de perder peso es eliminar las grasas de la dieta. Si bien es cierto que un exceso en su consumo es perjudicial y rompe un equilibrio saludable, evitarlas por completo no es recomendable. Como sucede en general, es conveniente aportar a nuestro organismo estas grasas para que todo funcione como debe.

diariovasco.com | 20/02/2015 |

Existen varios signos que nos alertan de un déficit de grasa en nuestro cuerpo que podemos remediar de manera muy sencilla si comemos nueces, aguacates o pescados grasos, o si añadimos a nuestros platos algo de aceite de oliva.

La pérdida de concentración o la de agilidad son dos de las más frecuentes señales

Una señal de alarma es perder agilidad. Si cuando hacemos algo de ejercicio, sin necesidad de que sea intenso, y después pasamos los siguientes momentos con una generosa debilidad significa que nuestro cuerpo no encuentra energía en los carbohidratos que proceden habitualmente del almacenamiento de grasa.

Del mismo modo, la pérdida de concentración es otra de las manifestaciones de un déficit de grasa. Eliminar productos grasos de la dieta conlleva prescindir de unas calorías que nos sacian. Al tener la sensación de estar hambriento durante todo el día, nuestra capacidad de concentrarnos disminuye ostensiblemente.

Algo similar ocurre con la memoria. Estudios científicos han demostrado que entre personas mayores, las que presentaban mejores niveles de memoria y función cognitiva y por más tiempo eran aquellas que consumían una dieta alta en grasas.

Por otro lado, hay situaciones molestas que atribuimos a causas mentales, cuando quizá tan solo se trate de comer algo más de pescado graso o aceite de oliva. Una de ellas es la ansiedad que puede provocarnos estar rodeados de mucha gente. La falta de ácidos grasos omega 3 induce a alterarnos en esos momentos, y también provoca sentimientos de decaimiento y depresión.

Mujeres

En el caso de las mujeres, el consumo de grasas puede afectar al periodo menstrual, ya que éstas son el método primario de regulación de hormonas que tiene el cuerpo. Por último, a las personas más presumidas les conviene saber que las grasas, siempre que sean saludables y no procedentes de comida rápida, favorecen una piel con brillo y sin imperfecciones gracias a su facilidad para absorber vitaminas.

Quienes padezcan alguno de estos problemas sin lugar a duda deben consultar al especialista correspondiente, pero quizá antes se puede hacer la prueba de incorporar más grasa a una dieta pobre en ella que resuelva alguna de sus carencias.