Somos un 70% agua, por lo que resulta fundamental conocer cómo afecta su ingesta a nuestra salud. Sin embargo, exiten multitud de mitos sobre su consumo, algunos ciertos pero otros muy alejados de la realidad. ¿Es toda el agua igual de saludable? ¿Podemos bener agua sin límite? ¿Realmente adelgaza el agua mineral?

1. ¿Puedo tomar toda el agua que quiera?

No. Al menos así lo ratifican los expertos: tomar mucha agua, de forma compulsiva y sin sentir sed, es un desorden que puede afectar al funcionamiento de los riñones y la composición sanguínea. De hecho, este desorden tiene un nombre: la potomanía, afectando sobre todo a mujeres convencidas de que se puede adelgazar bebiendo mucho líquido (más de dos litros al día). Se asocia con desórdenes como la anorexia y la bulimia.

2. ¿Cuándo hay que beber más agua?

Las autoridades sanitarias son claras al respecto: cuando se practique una actividad física, o bien cuando las temperaturas alcancen los 32º y la humedad ambiental supere el 50%. Los ancianos, que suelen reducir su ingesta para controlar la incontinencia, y las embarazadas, también deben aumentar su consumo hasta un mínimo de dos litros diarios, ya que evita la desnutrición y mantiene su estado de salud. Las madres lactantes deben beber tres litros al día.

3. Entonces, ¿cuánta agua hay que beber al día?

La dosis de agua diaria depende de la dieta, peso y metabolismo de cada uno. Para determinar cuánta agua hay que tomar, deberíamos pesarnos cada mañana durante tres o cuatro días seguidos. Si perdemos medio kilo al día, significa que el día anterior no bebimos suficiente líquido. Debemos beber medio litro de agua o de zumo a primera hora de la mañana por cada medio kilo perdido y ajustar la dosis diaria de agua hasta dejar de perder peso.

4. ¿El agua no adelgaza?

Al no contener calorías, ni engorda ni adelgaza. Pero como beber antes de las comidas produce saciedad, el consumo de alimentos es inferior. Hay que tener en cuenta que cuando se hace dieta hay que beber más para evitar que la orina se concentre y pueda producir piedras en las vías urinarias.

5. ¿Qué minerales se encuentran en el agua mineral?

Entre otros, el calcio, que es esencial para la formación de la estructura ósea. También potasio, que regula el balance hídrico, así como la sensibilidad y las contracciones musculares, o el zinc, vital para la división celular, la cicatrización de heridas y el crecimiento. Por su parte, el sodio equilibra la tensión de los tejidos, mientras que los cloruros juegan un rol fundamental para una correcta digestión.

6. ¿Agua fría o caliente?

Fría o caliente, con gas o sin él, todas son igual de saludables. Según la cantidad de cal que contiene, el agua corriente puede ser dura o blanda. La dura posee mayores niveles de cal y magnesio, mientras que la blanda posee una proporción en sales más baja. Sin embargo, la OMS no ha emitido una recomendación sobre el nivel de dureza óptimo para el consumo humano. Poco importa la temperatura a la que se tome, excepto el agua con gas, que hay que beberla fría.

7. ¿Agua embotellada, filtrada o del grifo?

La creencia de que cuanto mejor sea el agua, más saludable será, se ha extendido por la soiciedad; así pues, sería mejor el agua embotellada o filtrada que la del grifo. Pero ¿hasta qué punto esto es cierto? En la mayoría de los países del Primer Mundo, el agua del grifo es potable y no reviste ninguna contraindicación para la salud. Entonces ¿los negocios de agua filtrada son un timo? No exactamente; sí es verdad que es más saludable, pero de una manera casi inapreciable. Con el agua embotellada sucede algo parecido, con el añadido de que las botellas de plástico son un problema medioambiental.