Dos personas en un aeropuerto

Es complicado mantener una dieta equilibrada en un vuelo largo [Foto: diariovasco.com]

Consejos

Cómo cuidar la dieta en el avión

Los viajes largos en avión, bien sean por trabajo o por placer, condicionan en muchos casos nuestra dieta, por lo que el Consejo Europeo de Información Alimentaria da una serie de pautas a tener en cuenta para cuidarla

diariovasco.com | 05/07/2014 |

Un viaje, sea en las circunstancias que sea, siempre condiciona los hábitos alimenticios. Las horas que pasamos en el trayecto, el alojamiento por el que hemos optado o las costumbres sociales que nos esperan en el lugar de destino son factores a tener en cuenta. No obstante, son los viajes de avión los que más alteran nuestra dieta. Por lo tanto, el Consejo Europeo de Información Alimentaria ha elaborado una lista con varios consejos.

Para no deshidratarnos, hay que tomar agua o zumos, pero no alcohol

El primero de ellos es la variedad de la dieta, lo que siempre favorece el equilibrio de nutrientes, y apostar siempre por las opciones más saludables, controlando el consumo de grasas saturadas, así como de azúcares y bebidas alcohólicas. Por el contrario, es mejor tomar frutas, vegetales y cereales.

Además, el desayuno, sobre todo en vacaciones, debe ser la base de la alimentación, ya que ayuda a reponer energías después del ayuno nocturno y aporta las fuerzas necesarias para afrontar una nueva jornada. A su vez, también hay que procurar no pasar más de cuatro o cinco horas sin tomar nada, ya que es mejor comer algo cada pocas horas que llegar hambriento a la comida o la cena y optar en esos momentos por las opciones más contundentes y menos sanas.

Supera el jet-lag

Además, si el destino supone un cambio horario respecto al lugar de procedencia, siempre es recomendable intentar acostumbrarnos desde el propio avión, cambiando la hora del reloj nada más despegar y haciendo las comidas de acuerdo al horario del lugar al que vamos.  Dado que el sueño es importante, es siempre aconsejable dormir también de acuerdo con los horarios del lugar al que nos dirigimos, por lo que deberemos descartar cualquier alimento o bebida que suponga un obstáculo a la hora de conciliar el sueño.

En lo que a la hidratación se refiere, debemos tener en cuenta que las cabinas presurizadas favorecen la pérdida de agua por parte del organismo. Para ello, el agua y los zumos de frutas son el mejor remedio, siendo las bebidas alcohólicas unos de los mayores enemigos. Además, esa labor de hidratación debe seguir una vez hayamos abandonado el avión.

Por último, hay que intentar mantener activo el organismo dentro de las posibilidades que nos brinde el avión. Estirar espalda, brazos y piernas o caminar por el pasillo de la nave ayuda a evitar la trombosis.