Los smartphones están cada vez más presentes en nuestra sociedad y, con ellos, Internet y las redes sociales va con nosotros allá donde vayamos. Facebook, Twitter o Whatsapp son los nombres de esas aplicaciones que a muchos jóvenes les acompañan en su vida cotidiana. Con ellos se relacionan, se comunican, se divierten, juegan, ligan… Sin embargo, seguro que a muchos no se les habría ocurrido que una de esas aplicaciones, el Whatsapp (un servicio de mensajería instantánea y gratuita que funciona en los dispositivos móviles con internet), podría servir para cambiar las pautas alimenticias de la juventud.
Pero así lo ha demostrado un plan pionero basado en el ‘coaching’ nutricional y que utiliza esta aplicación como vía de comunicación. Este proyecto ha sido premiado en el IX Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, celebrado en Cádiz durante estos últimos días. Este estudio, bautizado como ‘Nutrapp’, ha sido liderado por la investigadora Marga Serra, de la Universitat Ramon Llull y ha contado con la colaboración de una veintena de investigadores de esta facultad y de la Universitat de les Illes Balears. Se llevó a cabo el pasado mes de mayo en un grupo de 90 jóvenes, que recibían consejos alimentarios gratuitos a través del teléfono móvil.
El envío de textos e imágenes a través del Whatsapp consiguió reducir el consumo de repostería a la mitad
Sorprendentes resultados
Este proyecto tiene como destino siempre la población sana, ya que si quien recibiese esos ‘whatsapps’ sufriese alguna patología, debería acudir a consultas presenciales. El objetivo de este programa de coaching no era otro que reforzar los consejos dietéticos a ese espectro de la población mediante el envío de textos e imágenes por parte de los nutricionistas quienes, a su vez, también pueden responder mediante la misma vía a las dudas que los participantes en este estudio les planteen.
Los resultados han sido sorprendentes. Por ejemplo, se ha podido observar cómo tras un mes recibiendo vía Whatsapp distintas directrices relacionadas con la nutrición se ha dado una reducción del consumo de repostería comercial a la mitad. El consumo de pescado, fruta, hortalizas y verduras, por su parte, se ha incrementado del 18 al 53%.