Pelar sin utilizar un cuchillo es mucho más fácil de lo que uno se pueda imaginar. Cada alimento tiene su forma y consistencia y, en función de ello, no solo podemos encontrar diferentes formas de quitarle la piel, sino que además éstas pueden resultar mucho más prácticas de las que utilizamos habitualmente.

Este es el caso del jengibre. A la hora de pelar jengibre fresco no pasa nada si no tenemos un cuchillo o un pelador a mano. De hecho, no los necesitamos, ya que estos utensilios no son los más adecuados para este alimento. Al pelar un jengibre con cuchillo se plantean varios problemas. Por un lado, su exterior irregular hace que sea difícil deslizar una cuchilla por él y alcanzar todos los recovecos. Y por otro lado, precisamente por su forma, puede resultar peligroso utilizar elementos afilados y que uno se termine cortando.

Un buen truco para pelar una patata cruda sin cuchillo es con un ‘nanas’

La solución es sencilla: la mejor forma de pelar un jengibre sin la ayuda de un cuchillo o un pelador es con la ayuda de una cuchara. Dado que tiene la piel muy fina ésta se retira fácilmente con el canto de este cubierto y la parte cóncava hacia abajo, de forma totalmente segura y llegando a todos los huecos.

¿Y si me quiero comer un melocotón y no tengo cuchillo ni pelador? También hay solución. Probablemente el truco de la cuchara sirva también para esta fruta, aunque os proponemos otra forma. Para pelar un albaricoque o melocotón sin la ayuda de ningún utensilio hay que someterlo a cambios bruscos de temperatura. Una buena forma de hacerlo es meterlo en agua caliente unos segundos y después pasarlo por agua muy fría. De esta forma, la piel se despegará de la carne y se podrá pelar simplemente arrastrando la piel con la ayuda de los pulgares.

Otro truco para pelar sin cuchillo

Pero la cosa no queda ahí, y es que igual de complicado que pelar un jengibre puede ser en muchos casos pelar una patata, ya que su forma tampoco suele ser perfectamente redonda. Para evitar llevarnos media patata con el pelador y quitarle la piel cuando aún esté cruda un buen truco es rasparla con un estropajo de metal, también conocido como ‘nanas’. De esta forma conseguiremos una patata perfectamente pelada, la aprovecharemos mejor y los más pequeños de la casa también podrán ayudar pelando de forma segura.