Rusia es el país más extenso del mundo y esa inmensidad territorial se ve reflejada tanto en su amplia cultura gastronómica, como en la diversidad de productos utilizados en sus elaboraciones.
Con motivo de la celebración de la Copa del Mundo de fútbol 2018, vamos a descubrir qué se come en Rusia, país anfitrión de este evento deportivo cuatrienal.
Entre los platos típicos de Rusia se encuentran las sopas, que acostumbran a consumir durante todo el año: calientes en invierno y frías en verano. Y, aunque existen muchas variedades de esta preparación, la más destacada es la ‘sopa borsch’, elaborada con remolacha.
La ‘sopa borsch’ se prepara sofriendo, en primer lugar, cebolla y zanahoria. Luego añadimos remolacha, ajo, perejil, laurel, agua y sal y se deja hervir la mezcla a fuego medio aproximadamente 30 minutos, hasta que la remolacha esté cocida. Se suma zumo de limón y pimienta antes de batirlo y después, podemos servir la sopa acompañada de crema agria o con tacos pequeños de jamón o tocino frito.
La variedad ‘borsch’ es la sopa más famosa, pero en Rusia también encontramos otras típicas como la ‘sopa schi’ –con col como protagonista- o la ‘sopa ujá’ –de pescado-.
De los platos principales rusos vamos a destacar dos: pelmeni y Stróganoff.
En Rusia, la 'ensaladilla rusa' se llama Olivier y es un plato típico de Año Nuevo
El primero de ellos, el ‘pelmeni’ es una elaboración muy similar a un ravioli. La versión rusa de este plato lleva como relleno desde cualquier tipo de carne picada –ternera, cordero o cerdo-, hasta hongos o verduras. Es un plato muy fácil de cocinar ya que tan solo hay que cocer el saquito relleno y se sirve acompañado de diferentes tipos de salsa.
El stróganoff, por su parte, es una elaboración que debe su nombre al apellido del chef que lo inventó: Pavel Stróganoff. Compuesto por la ternera como ingrediente principal –cortada en dados de filete o – y acompañado de setas, cebolla y salsa agria, este plato se puede servir también con arroz o patatas fritas.
La famosa ‘ensaladilla rusa’ ahí se hace llamar ensalada Olivier, nombre del cocinero belga que emigró a Rusia y se encargó de hacer tan conocida esta elaboración de patatas, mayonesa y un montón de ingredientes más. Este plato es uno de los principales para los autóctonos en fechas señaladas como la celebración del Año Nuevo.
La Rusia más dulce
El toque dulce de la gastronomía rusa viene de la mano de ‘pirozhki’, bolsitas de masa rellenas de fruta –aunque también pueden llevar relleno salado- que son horneadas o fritas.
Por último, como postre se comen los ‘blini’, plato similar a los crêpes. Esta elaboración de harina de trigo se presenta, habitualmente, enrollado y relleno de diversos elementos. Este plato es especialmente típico en San Petersburgo en cuyas calles abundan lo equivalente a una crepería y que se denominan ‘Blinnaya’.