evitar salmonelosis verano

Debemos ser cuidadosos con los huevos para evitar la salmonelosis en verano [Foto: diariovasco.com]

Consejos

¡Evita la salmonelosis en verano!

La higiene, la correcta manipulación y cocinado de alimentos y el respeto a la cadena de fríos son los elementos clave a la hora de evitar la salmonelosis, la clásica enfermedad de verano.

diariovasco.com | 27/06/2018 |

Llega el verano y junto a él la temida salmonelosis, es decir, la intoxicación que tiene como origen la bacteria salmonella y que provoca desarreglos gastrointestinales y deshidratación. La incidencia de esta enfermedad se acentúa cada época estival pero… ¿Por qué?

El calor de la estación es el principal responsable de la proliferación de esta bacteria que suelen portar las aves y sus derivados como por ejemplo el huevo, el mayor conocido y foco habitual de contagio.

Sin embargo, pese a haber entrado en la estación propicia para el multiplicado de la ‘salmonella’, se pueden seguir unas recomendaciones relacionadas con la higiene, la correcta manipulación y cocinado de los alimentos que ayudarán a evitar este mal.

Consejos para la prevención

En primer lugar, conviene respetar la cadena de frío a la hora de hacer la compra. Se intentará no romper la temperatura de los alimentos durante el proceso de hacer la compra y, para ello, es recomendable ir del supermercado a casa lo antes posible para colocar las cosas en la nevera.

Un consejo para evitar la salmonelosis en verano es evitar las salsas caseras y la carne cruda

Además, se debe ser exigente a la hora de elegir los huevos, es decir, poner la lupa y respetar las fechas de caducidad de los huevos de forma estricta. Además, hay que intentar tenerlos fuera del frigorífico el menor tiempo posible.

A la hora de poner la comida a descongelar en la nevera, no se debe hacerlo en exterior, ya que la temperatura ambiente es alta y cómoda para que la salmonella pueda reproducirse en los alimentos.

Se aplicará el siguiente ‘claim’: “De la huevera a la nevera”. Se aconseja no lavar los huevos antes de meterlos al frigorífico la nevera. La razón: es habitual que la cáscara porosa del huevo esté contaminada por la salmonella, por lo que, aunque la envoltura ejerce de barrera natural, si se moja, al ser permeable, corre el peligro de que se filtre el agua al interior, infectando la parte comestible de la bacteria.

Por otro lado, es aconsejable dejar a un lado las salsas caseras: la yema es el centro ideal para el cultivo de la salmonella y la parte que utilizamos para las elaboraciones en casa. Por ello, se recomienda comprar salsas industriales, ya que son más seguras por su composición a base únicamente de clara y estabilizantes.

Hacer hincapié en los alimentos bien cocinados y, sobre todo, se deben evitar las carnes poco hechas. La bacteria no soporta bien las condiciones extremas y, a partir de los 70º se destruye, por lo que se debe intentar alcanzar esa temperatura en el cocinado. Por ello, quedan censuradas las tortillas jugosas y las carnes poco hechas. Por último, se debe extremar la higiene durante el cocinado: Conviene lavarse las manos con jabón contantemente, antes y después de la manipulación de cada alimento y también después de ir al baño.

Aunque sea un consejo poco ecológico, se recomienda no usar trapos, sino papel desechable: Es una forma segura para evitar las contaminaciones cruzadas. Esto es también aplicable a los utensilios de cocina: no utilizarlos con diferentes alimentos sin antes haberlos lavado correctamente.