Para cocinar la ensaladilla rusa perfecta es imprescindible seguir unos consejos básicos, aunque, cierto es, no existe unanimidad a la hora de definir cuál es la manera idónea de elaborar este plato.  De hecho, ni siquiera hay consenso a la hora de determinar los ingredientes que debe llevar una buena ensaladilla rusa.

Elegir el tipo de patata correcto es un consejo básico para una ensaladilla rusa perfecta

Aunque se trate de un plato que acepta un amplio margen de subjetividad, no hay que descuidar su preparación. Por ello, es importante tener en cuenta algunos trucos que convertirán en “perfecta” tu ensaladilla rusa, así que… ¡Toma nota!

En primer lugar, queda prohibido usar ingredientes congelados. Es un aviso lógico pero necesario al mismo tiempo, ya que utilizar alimentos precocinados va a permitir ahorrar tiempo y elaborar la ensaladilla rusa en menos tiempo renunciando, sin embargo, al sabor real de cada uno de los elementos.

Asimismo, para sacar el mayor partido al sabor de cada producto es fundamental seguir ciertos consejos a la hora de cocerlos. Por ello, se recomienda respetar el tiempo de cocción de los diversos productos, ya que no es recomendable ni quedarse corto ni pasarse.

Sin embargo, el truco estrella a la hora de la cocción es cocer los alimentos por separado, un ‘tip’ muy importante que nos va a permitir que cada producto alcance su punto perfecto.

Tras la cocción, llega la hora de trocear los ingredientes, donde es recomendable intentar mantener cierta uniformidad en el tamaño. Seguir este consejo va a permitir que todos el gusto o sabor de todos los productos utilizados tengan la misma presencia, es decir, que ‘manden’ por igual en el plato final.

La patata, un imprescindible

Por otro lado, aunque se haya dicho que no existe un listado concreto de alimentos a utilizar, la patata se ha convertido en el elemento imprescindible de la ensaladilla rusa.

Por ello, se recomienda emplear un determinado tipo de patata: Monalisa, Kennebec o Red Pontiac son la variedad más adecuada para ser cocidas, con especial mención al último tipo. Y es que, aunque se aconseja no meter la patata cocida a la nevera y mantenerla en un lugar fresco, el tipo Red Pontiac es conocido por el buen aguante de la refrigeración después de ser cocinada.

Por último, se podría hablar de la mayonesa como otro de los ingredientes ‘estrella’ del plato. El consejo es que sea casera y para ello, esté elaborada con aceite de oliva. Si no fuera posible, es deseable emplear aceite de oliva y girasol a partes iguales.