Desde la preparación más sencilla de setas hasta auténticas recetas de cuidada elaboración, todas son una buena opción cuando contamos con un producto tan excepcional, aunque con estas tres formas de preparar las setas obtendrás un resultado exquisito de forma fácil y en pocos minutos.

La clásica, sencilla y que tiene como protagonista el auténtico sabor del producto es la receta de seta con aceite de oliva y sal. Está forma de cocinar las setas es tan fácil como saltear las setas en una plancha con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal. Se puede acompañar también de hortalizas y añadir un chorrito de vino blanco y un toque de pimienta para dar un impulso a su aroma. Además, esta preparación se puede hacer en sartén o al horno.

Otra receta también muy conocida es el revuelto de setas. Susceptible de ser hecha también con champiñones, esta preparación aporta cuerpo al plato respetando todo el sabor del producto. Para elaborar el revuelto primero se deben saltear las setas con un poco de aceite de oliva y sal, y una vez listas basta con añadir el huevo. Si queremos aromatizar un poco más nuestro revuelto un toque de ajo realzará su sabor.

Las setas quedan perfectas tanto salteadas, en revuelto o empanadas

Algo más elaborada es la receta de setas empanadas. El proceso es el mismo que seguimos para cualquier empanado de carne o pescado, y así esta forma de cocinar las setas consiste en pasarlas por huevo y pan rallado y hacerlas en una sartén con aceite muy caliente. Esta opción es susceptible de ser hecha también al horno, ya que de esta forma se consigue un resultado menos aceitoso. Una vez listas un acompañamiento de ali oli dará a la receta el toque perfecto.

Aunque si lo que buscamos son recetas más elaboradas, las setas quedan perfectas también en cremas y risottos.

Antes de cocinar las setas

Conseguir un buen resultado con poco es muy fácil en el caso de las setas, pero cada paso es clave, incluso su preparación previa. Es muy importante limpiar bien las setas antes de cocinarlas.

Para eliminar todos los residuos de cada una de las piezas lo mejor es limpiar las setas una a una. Nos podemos ayudar de una brocha o un paño para llegar a los rincones más escondidos y así deshacernos de cualquier resto de hierba o tierra. Es preferible no sumergirlas en agua, ya que aunque se limpien más rápido pueden quedar restos y de esta forma se pierde sabor y aroma.