Llevarse las sobras de un restaurante puede no resultar del todo seguro para nuestra salud. Hay ciertos factores que se deben tener muy en cuenta a la hora de optar por llevarse las sobras de la comida de un restaurante, como las diferentes temperaturas a las que se van a someter las sobras durante el transporte, el tiempo que tardaremos en consumirlas o guardarlas en el frigorífico, etc.
La cuestión es que estos parámetros pueden propiciar la aparición y aumento de bacterias, por lo que esta moda puede no resultar una opción tan buena como podemos pensar.
Lo cierto es que aunque llevarse las sobras del restaurante sea más habitual en países como EE.UU., en España cada día cobra más fuerza. La responsabilidad y concienciación con nuestros residuos y el ahorro económico son algunas de las razones que han impulsado el aprovechamiento de las sobras.
Es importante refrigerar los alimentos cuantos antes al llevarnos las sobras de un restaurante
De hecho, España ocupa en la actualidad el sexto puesto en despilfarro de alimentos de toda la Unión Europea, por lo que hace ya tiempo que se vienen tomando medidas al respecto. En el año 2013, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) llevó a cabo una campaña conocida como 'Más alimento, menos despilfarro', y entre sus acciones se organizó una iniciativa bajo el lema 'Buen Provecho'. En ella se animaba a los consumidores a que pidieran las sobras para llevar y a los establecimientos a ofrecer las sobras para llevar.
Ciertamente el llevarse las sobras de un restaurante supone muchas ventajas, por lo que no debemos tener miedo a los posibles riesgos. Tomando ciertas precauciones podemos confiar en llevarnos las sobras sin mayor problema.
Precauciones a la hora de llevarnos las sobras
Para minimizar los riesgos podemos llevar a cabo algunos pequeños gestos que nos ahorrarán preocupaciones la próxima vez que nos llevemos las sobras.
Por la parte que les toca a los establecimientos basta con contar con un procedimiento ya estipulado y seguro de empaquetamiento de las sobras, ofrecer los alimentos en envases nuevos y limpios, indicar la fecha y hora en la que el plato ha sido cocinado en el envase, y si es posible, indicar al cliente cómo almacenar, transportar y volver a recalentar el producto.
En el caso de los clientes es aconsejable refrigerar los alimentos cuanto antes, deshacerse de las sobras si no se han refrigerado en un periodo comprendido entre las dos horas posteriores a su preparación, y recalentar los alimentos a temperaturas intensas.