No, el truco para evitar que el aceite salpique no es poner una tapa, como muchos estarán pensando. Aunque puede sernos de gran ayuda a la hora de protegernos del ataque de las gotas, la tapa no es siempre una buena opción, ya que con la tapa los alimentos más que freírse terminan por cocerse.

Una miga de pan o una pizca de sal nos ayudarán a evitar que el aceite salpique

Lo primero que hay que saber para evitar que el aceite salpique cuando estamos cocinando es por qué pasa esto. Este fenómeno tiene lugar cuando el aceite a altas temperaturas entra en contacto con agua. Lo más común a la hora de cocinar es que el aceite salpique porque los alimentos que estamos cocinando contienen agua o porque no hemos secado la sartén correctamente antes de utilizarla.

Si queremos evitar que el aceite salpique causándonos pequeñas y molestas marcas en la piel, y manchando la encimera o nuestra ropa, hay ciertos pasos que podemos llevar a cabo antes de ponernos manos a la obra en la cocina.

Lo primero indudablemente es secar correctamente la sartén. Parece una obviedad pero como nos pongamos a cocinar sin haberla secado bien, cuando el aceite esté caliente nos acordaremos de no haber llevado a cabo este fácil gesto.

Si la fuente del agua no es la sartén, sino el alimento, es recomendable secarlo todo lo posible con papel de cocina antes de ponerlo al fuego. En caso de tratarse de alimentos congelados, como pueden ser croquetas, es recomendable repasar que no tenga restos de hielo, ya que el efecto es el mismo que el del agua o incluso peor.

Y si no podemos evitar que el aceite salpique…

Se puede dar el caso de que no podamos evitar que el aceite salte de la sartén, como sucede con alimentos que sueltan agua cuando entran en contacto con el aceite, como los calamares. En este caso también hay soluciones.

Si ya hemos echado el aceite en la sartén y se nos ha olvidado secarla, o si vamos a cocinar los mencionados alimentos con agua, un buen recurso es echar una pizca de sal en el aceite, ya que la sal absorberá la humedad. Si después de echar la pizca de sal el aceite sigue saltando, no eches más sal, prueba echando una miga de pan o un trozo de corcho.